Head Of Innovation de VALTX
Existen escenarios donde las empresas desean aplicar mejoras para su negocio, pero sin certeza sobre dónde deben concentrar su inversión, y es aquí cuando se sugiere la aplicación de una estrategia de co-creación.
En el proceso de co-creación, se convoca a todos los actores involucrados: expertos en tecnología, colaboradores, clientes, proveedores, representantes, entre otros; y en conjunto se diseña el producto o servicio ideal. La estrategia busca optimizar los recursos, tanto al cliente externo como interno, pudiendo ser implementada en todo tipo y tamaño de empresa que tiene como objetivo diferenciarse, haciendo su negocio más competitivo con un producto o servicio nuevo o mejorado.
En la co-creación se empieza desde quien consume hacia el que produce. Generalmente las empresas generan productos o servicios que luego quieren colocar en los mercados, pero el proceso debe ser a la inversa: primero se acude al cliente (al que consume), se diseña el producto o servicio con él, y luego retornamos hacia atrás para generar toda la cadena que facilitará ese nuevo producto o servicio ideal.
Algunos pasos para la implementación de una estrategia de co-creación exitosa:
- Asegurarse que participen todos los actores dentro del ciclo productivo y comercial: colaboradores, clientes, proveedores, representantes, entre otros.
- Estar abiertos a todo tipo de ideas, inclusive las que están “fuera de caja”, pero pueden cambiar el rumbo del negocio. Por ejemplo, hace 40 años nadie podía proponer “vamos a hacer una empresa de taxis, pero sin comprar autos” y ahora tienes empresas como Uber y otros operadores.
- Comprender que en un primer momento es posible que no encontremos la solución. El aprendizaje se basa a la prueba-error y debe existir como parte del proceso, una retroalimentación continua.
- La tecnología ha contribuido a facilitar el trabajo del hombre, es por eso que en la co- creación, aplicarla es una alternativa muy demandada y que robustece la propuesta de valor del producto o servicio.
- Seleccionar y desarrollar prototipos, porque un problema puede tener varias soluciones. En este ejercicio de co- creación hay que descubrir cuál es más factible, el más viable en su implementación.
- Testear la solución o prototipo. En esta fase se requiere realizar una inversión para que tu cliente conozca lo que estás haciendo y pueda probarlo y validarlo.
- Si el efecto no logra ser lo esperado, es necesario regresar al punto uno o dos, que es congregar nuevamente a todos los actores del ciclo productivo y comercial. Retroceder para lanzar nuevas ideas o propuestas.
Por último, se debe tener claro que, si no realizas el ejercicio de buscar ese diferenciador competitivo, lo más probable es que tu competencia sí lo esté haciendo y se pierda participación de mercado. Esos son los riesgos de no estar innovando constantemente.