Hernán Ramos: Una agenda de ‘ultracorto’ y corto plazo para salir del hoyo en salud pública

De otro lado, el gasto de bolsillo de asegurados SIS y EsSalud ya había superado en 2021 los S/ 7 mil millones. Es cierto que estos problemas no son nuevos y existe una brecha importante de infraestructura, equipamiento y recursos humanos, acompañados de carencias en las capacidades para gestionar los servicios y presencia de corrupción en todos los niveles.

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En el 2023, la violencia en el interior del país, el ingreso de nuevas autoridades regionales y locales, la campaña electoral 2024 y posibles fenómenos climáticos pueden generar un mayor deterioro del sector si el Poder Ejecutivo no comienza a resolver los problemas de fondo.

En el ultracorto plazo deben revisarse las reglas de contratación y el financiamiento del SIS, para consolidar redes integradas de salud sobre problemas concretos: diagnóstico y estadiaje oportuno del cáncer, manejo de la hipertensión arterial, diabetes mellitus, entre otras.

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En el corto plazo deben resolverse los embalses de cirugías de baja y mediana complejidad con la participación del sector privado, que no solo debe considerar a las grandes clínicas sino también a los policlínicos, centros médicos, centros de diagnóstico y consultorios privados.

Como tarea urgente en 2023 está garantizar el financiamiento a los asegurados públicos, acompañado de libre elección del prestador, por lo menos en el primer nivel y para cirugías de baja y mediana complejidad. Es claro que la oferta pública no puede cubrir adecuadamente las necesidades de las personas y el intercambio prestacional no ha funcionado.

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Las deudas de las aseguradoras públicas con las clínicas privadas llegan a S/131 millones. Se pueden crear fideicomisos para que los asegurados del SIS y EsSalud se beneficien de un acceso efectivo, oportuno y de calidad dentro del sector privado formal.