Recomendación. En tanto que se mantiene la cuarentena para el grueso de la población, urge empezar a reanudar las actividades económicas con menor riesgo de contagio. (Foto: iStock))
Recomendación. En tanto que se mantiene la cuarentena para el grueso de la población, urge empezar a reanudar las actividades económicas con menor riesgo de contagio. (Foto: iStock))

Varias semanas han pasado desde que arrancó la cuarentena y probablemente muchos meses pasarán hasta que podamos volver a una normalidad como la que teníamos antes. Las semanas de cuarentena debían permitirnos disminuir los casos activos de contagiados, a la par de fortalecer el sistema de salud, y así evitar que un elevado número de casos severos hiciese colapsar nuestro sistema y ello implicase una elevada tasa de letalidad.

Hemos avanzado, aunque aún hay mucho por delante, y en ciertas regiones la capacidad ha sido desbordada, como sería el caso de Lambayeque.

“Preparémonos para comprar la vacuna. Tomemos contacto diplomático con los países que estarían más avanzados y procuremos disponer de un lote rápido para vacunar al menos a nuestra población más vulnerable”.


IPAE Asociación Empresarial ha elaborado el documento “Salud: ¿cómo salir con éxito de la cuarentena?”, en el que se sistematizan diversas recomendaciones para tener éxito en reducir el número de casos y fortalecer el sistema de salud, las cuales presentamos a continuación:

En primer lugar, se requiere data clara. Hace algunos días hemos tomado conocimiento de que los hospitales no estaban reportando los casos que tenían, con lo cual las cifras que veníamos conociendo y eran utilizadas por epidemiólogos para ver el avance de la epidemia no eran correctas. Solo se podrán tomar buenas decisiones con buena data. Debemos conocer con exactitud el número de hospitalizados, de personas en cuidados intensivos y de personas fallecidas, por ser estas estadísticas las más relevantes para monitorear la evolución de la pandemia en el Perú. En el caso de los hospitalizados, es importante que se incluya a todos quienes estén siendo tratados clínicamente comocovid-19 (y no solo a quienes ya se les haya confirmado el diagnóstico con prueba molecular).

En segundo lugar, se requiere fortalecer el proceso de testeo, rastreo y aislamiento. Solo así se podrá disminuir la tasa de contagio. Si no detectamos a muchos contagiados, y estos no son aislados, la tasa seguirá siendo elevada, aumentando cada vez más el número de casos activos. No debemos claudicar en la compra de pruebas moleculares que permitan una detección precoz. Organismos internacionales como el Banco Mundial y el BID están apoyando a otros países en hacer grandes compras. Perú no ha querido ir aún por esa vía y tampoco ha logrado hacer compras directas de manera eficaz. Otra posibilidad es que el Estado contrate con laboratorios privados que sí están pudiendo conseguir las pruebas en el mercado internacional, y apoyarse en ellos para la compra, toma y procesamiento de la prueba. En tanto, ante la sospecha de estar contagiado, debemos actuar como si lo estuviéramos: aislarnos y avisar a los contactos.

Una tercera medida es aumentar las camas UCI con ventilador (y todo el equipo requerido) para la atención de casos severos, que son el determinante de la capacidad del sistema en el caso del coronavirus. Si tenemos 600 de estas camas y asumimos que 5% de los contagiados las requieren, solo podemos tolerar 12,000 casos activos. Nivel en que ya debemos estar al tener en cuenta los casos no detectados. Apuntemos a tener 2,000 camas. De similar manera a lo recomendado en el punto anterior, apoyémonos en organismos internacionales para la compra. Esperemos que los esfuerzos de universidades locales y de la Marina por producir respiradores locales den buenos resultados. Bien el esfuerzo de reparar los existentes. Exploremos además la posibilidad de duplicar su capacidad con el sistema de bifurcación tipo VesPer que ha sido aprobado por la FDA de Estados Unidos.

Una medida muy importante, la cuarta, cuidar a los cuidadores. Los profesionales de salud requieren el equipamiento apropiado. Solo así podrán seguir atendiendo los miles de casos activos cada día.

La quinta medida se refiere a cuidar a la población mayor de 65 años y con enfermedades preexistentes, quienes deberán permanecer en casa por varios meses para evitar su contagio. No deben salir ni para comprar. Son ellos quienes más riesgo presentan, por la elevada letalidad del coronavirus en su caso. Son también quienes más se verían afectados si no hay camas con respiradores disponibles en su localidad, en caso presenten una afectación severa.

En sexto lugar, asegurémonos que toda actividad que esté operando o vaya a operar tenga un sólido protocolo sanitario. Urge que se apruebe uno para mercados tradicionales y transporte público, que vienen operando sin protocolo y, por tanto, son un probable foco de contagio. La Municipalidad de Lima debería aprobar el primero y la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao el segundo; con ello no solo se atiende a Lima, sino que se da un ejemplo que puede utilizar el resto de municipalidades del país.

Finalmente, y no menos importante, preparémonos para comprar la vacuna. Tomemos contacto diplomático con los países que estarían más avanzados y procuremos poder disponer de un lote rápido para vacunar al menos a nuestra población más vulnerable.

Como reflexión final, en tanto que se mantiene la cuarentena para el grueso de la población, urge empezar a reanudar las actividades económicas con menor riesgo de contagio. Varios especialistas han señalado que minería, pesca, agroindustria y comercio electrónico con delivery podrían ser las primeras actividades en reanudarse. Como se ha señalado antes, las mismas deberán aplicar sólidos protocolos sanitarios.