(G de Gestión) Recientemente tuve la oportunidad de participar en un evento en el que se trataron diferentes ángulos sobre el sistema previsional y las perspectivas que se tienen sobre la reforma de pensiones aprobada hace poco en el Congreso. Las conclusiones fueron contundentes respecto de los aspectos positivos de la norma propuesta, principalmente porque pone nuevamente en el centro al usuario final, es decir, al ciudadano que necesitará contar con un dinero cuando llegue su jubilación, cuando ya no pueda generar sus propios recursos para mantener, al menos, el nivel de calidad mínimo que todos merecemos.