Escribe: Ricardo Romero, especialista en comercio exterior
Un 11 de noviembre de 1998 arribaba a la ciudad de Kuala Lumpur, Malasia, para presenciar un histórico acontecimiento para nuestro país, que fue uno de los primeros pasos que dimos para facilitar nuestra apertura al mundo e incorporación en la ola de la globalización del momento. Me refiero al ingreso y bienvenida oficial del Perú como miembro pleno del APEC, el foro económico para la liberalización del comercio y las inversiones más influyente de la región Asia Pacífico, hoy conformado por 21 economías.
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No cabe duda de que fue un privilegio haber acompañado a la delegación peruana, no solo por la trascendencia histórica de dicho suceso, sino también debido a que lo hice como parte del brazo privado del foro denominado el APEC Business Advisory Council (ABAC). Esto es relevante toda vez que semanas previas al viaje, tuve el encargo, como parte del Instituto Peruano de Economía (IPE), de sugerir y apoyar en la designación de los tres miembros peruanos que formarían parte del ABAC por primera vez. Entre los designados, no puedo dejar de recordar a un empresario ejemplar, de quien aprendí mucho, y cuya trayectoria en la agroindustria marcó un hito en la expansión de las agroexportaciones. Me refiero a Rafael Quevedo Flores, quien lamentablemente nos dejó este año, y a quien le dedico esta columna por sus aportes y compromiso mientras formó parte de dicho espacio de discusión empresarial.
Veinticinco años han pasado desde que ingresamos al APEC y muchas cosas han cambiado. No solo hemos consolidado nuestra apertura al mundo como uno de los países más abiertos al comercio internacional a través de veintidós acuerdos comerciales, sino también como una de las economías que más crece en la región latinoamericana.
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La transformación más resaltante desde que ingresamos al APEC, se evidencia en el crecimiento de las exportaciones peruanas a las economías que forman parte del foro. Así, los envíos de productos peruanos entre 1998 y 2023 se incrementaron en 1,369.5%, habiendo pasado de US$ 3 mil millones a US$ 44.2 mil millones, un aumento impresionante. Pero si observamos las exportaciones no tradicionales, vemos que estas alcanzaron US$10.2 mil millones el 2023 de US$ 1 mil millón en el año que ingresamos al APEC. Si bien hoy en día China es el primer socio comercial del Perú, Estados Unidos continúa siendo el principal mercado de nuestras exportaciones de valor agregado con una participación de 30.9% con US$ 5.7 mil millones, y China se ubica en el tercer lugar con US$ 963 millones.
Por el lado de las inversiones, vemos que en el entorno del APEC, China ha tomado un protagonismo importante con inversiones en diversas industrias como minería, energía y más recientemente en infraestructura. Con US$ 3.5 mil millones de inversión para la construcción de uno de los puertos más grandes y modernos de Sudamérica, China ha hecho una apuesta que busca revolucionar el comercio exterior en la región del Pacífico a través del puerto de Chancay el cual será inaugurado esta semana.
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Después de cinco lustros de pertenecer al APEC con resultados bastante positivos para nuestra economía, la Cumbre de Líderes regresa a Lima por tercera vez, reafirmando así el respeto y posicionamiento del Perú como un socio trascendente en el Asia Pacífico. Esta semana veremos una movilización impresionante de cientos de visitantes como funcionarios públicos, empresarios, representantes de organizaciones no gubernamentales, empresariales y académicas, prensa, así como a los líderes de las economías que forman parte del APEC, representando así una real oportunidad para potenciarnos como destino atractivo para las inversiones y como un socio comercial estratégico, pero también para posicionar al Perú en el centro de la atención mundial, pero primordialmente, como el eje principal entre la región latinoamericana y el Asia-Pacífico.
El desafío de esta cumbre es más grande de lo que imaginamos. Recordemos que proyectando mensajes positivos y de confianza, podremos capitalizar la oportunidad que tenemos al frente de nosotros como anfitrión de tan importante evento. Por lo tanto, se hace necesario que unamos esfuerzos sector público, privado, universidades, gremios, medios y toda la sociedad en su conjunto para presentar la mejor cara del Perú y así poder fortalecer la imagen de nuestro país en el mundo.
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