Janet Zehnder
Gerente Departamento Refinación Conchán Petroperú
Uno de los grandes retos de la equidad es incrementar la participación femenina en la fuerza laboral. Si bien vemos que las brechas se han acortado, también es cierto, que las mujeres se desempeñan en las industrias menos rentables, quedando normalmente las de mayor rentabilidad, como la minería y los hidrocarburos, reservadas para los hombres, esto debido a que son vistas como industrias duras, donde por las condiciones del trabajo en sí, las mujeres prefieren abstenerse de postular.
Considerando el doble rol que cumplimos las mujeres, muchas veces se busca un trabajo que nos permita compatibilizar nuestro rol de madres con el rol profesional, en ese sentido, muchas veces la minería y la producción de hidrocarburos resultan áreas menos compatibles, puesto que regularmente el trabajo se realiza en zonas alejadas y en condiciones extremas.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el Centro de Liderazgo Colaborativo y de la Mujer, de INCAE, publicó el estudio Mujeres Millennial: Profesionales, Trabajadoras, Urbanas, donde se muestra, que aún cuanto el 28% de las entrevistadas estudió carreras ligadas con ingeniería y arquitectura, sin embargo, cuando se revisa en qué área trabajan, sólo el 13% se desempeña en áreas de ingeniería y arquitectura. Es decir, el 54% de las mujeres que estudiaron carreras de ingeniería y arquitectura, no se desempeña en el campo de estudio. Esta tasa es mucho mayor en comparación con ciencias de la salud y ciencias económicas, donde el 71% y 83%, respectivamente, trabaja en su profesión.
Del párrafo anterior, podemos concluir que, si bien un alto porcentaje de mujeres se gradúa como ingeniera o arquitecta, sólo 1 de cada 2 ejercerá su profesión. Al consultar a las entrevistadas porqué cambiaron de giro, indicaron que la vida las llevó a esto (33%), porque no hay trabajo en lo que estudió (20%) o porque prefiere pasar más tiempo con sus hijos (8%).
En el mismo estudio se muestra que el 57% de las entrevistadas tiene hijos y que el primer hijo nació en promedio a los 25 años, es decir, cuando las profesionales estaban empezando sus carreras, por lo que, al decidirse por un trabajo, también pondrán sobre la balanza la compatibilidad del trabajo con la vida familiar, considerando que sólo el 52% de las madres comparte en igual proporción las tareas del cuidado del hogar con sus parejas.
Visto desde el punto de vista de la industria, la refinación del petróleo es una industria que, a diferencia de muchas otras, trabaja con materias primas totalmente variables, recordemos que el crudo es un recurso natural y que es una mezcla de muchos componentes. Sin embargo, los combustibles, son productos con características establecidas, incluso a nivel internacional, como es el caso del Turbo A-1. En ese sentido, las refinerías de petróleo adecúan las condiciones de operación de sus procesos para obtener a partir de una materia prima de calidad variable un producto siempre de la misma calidad. Esta adecuación obliga a las refinerías a tener departamentos técnicos con ingenieros de procesos y laboratorios de control de calidad, que actúan como asesores del área productiva.
Este mayor requerimiento de soporte técnico incrementa la cantidad de personas requeridas en la operación, pues no sólo se trata del personal que operativo con sus respectivos supervisores, sino de toda un área especializada que brinda asesoría técnica especializada. Habiendo así más áreas donde las profesionales pueden desempeñarse.
Desde el punto de vista ambiental, en las refinerías de petróleo se manejan combustibles, que en muchos casos están a altas temperaturas, por lo que, para evitar incendios, todos los productos están confinados en tanques, recipientes o tuberías, no teniéndose contacto con las materias primas y productos.
En lo referente a la ubicación, las refinerías de petróleo se encuentran junto a ciudades, por lo que no es necesario realizar trabajo bajo régimen. Asimismo, las condiciones de trabajo no son extremas, aun cuando se trata de una industria de alto riesgo.
De lo antes manifestado, teniendo en cuenta que las mujeres profesionales son madres y que las tareas de cuidado del hogar son realizadas en mayor proporción por las mujeres, es de entenderse que a la hora de buscar empleo se prefiera una industria donde se pueda compatibilizar el trabajo con el rol de madre. En ese sentido, las refinerías de petróleo tienen ventajas sobre otras industrias por su cercanía a las ciudades, por las diferentes áreas en que se requieren profesionales y porque los productos con que se trabaja están confinados, haciendo que el ambiente de trabajo sea limpio. No quiero cerrar este artículo, sin antes invitar a más mujeres a postular a las posiciones que se presenten en sectores considerados duros para la participación femenina, si no lo intentamos, no podremos saber si realmente lo son.
Datos
- · Ingeniera química de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
- · 38 años
- · 2 hijos (una niña de 7 años y un niño de casi 2 años)
- · Nació en Lima, pero su niñez y adolescencia las pasó en Iscozacín, un pueblo del distrito de Palcazú, en Oxapampa, Pasco.
- · Tiene 15 años de experiencia profesional, todos en Petroperú.
- · Trabaja en la refinería y por la naturaleza del trabajo y alto riesgo, está alerta las 24 horas y los 365 días del año.
- · Entró para hacer prácticas preprofesionales en la Refinería de Talara, en el área de Planeamiento. Ahí estuvo involucrada en los balances de carga y producción de la refinería. Cuenta que se enamoró de la industria, de Petroperú y de la mística de sus trabajadores.