Jefe de Sostenibilidad de Cencosud Perú
Con los años, las preferencias de los consumidores y su estilo de vida se han ido volviendo cada vez más “sostenibles”. Las nuevas generaciones de consumidores tienen mayor preocupación por llevar estilos de vida saludables, promover el bienestar de su entorno y en conocer cómo las empresas los acompañan a alcanzar estos objetivos a través de sus interacciones diarias.
Según el estudio ¿Who Cares?, ¿Who Does? (2021) de Kantar, un 33% de peruanos busca cumplir con los compromisos de cuidado ambiental al momento de realizar sus compras. Además, señala que el modelo de consumidor eco-activo creció en el mundo, a pesar de un contexto de pandemia, pasando a 22% en el 2021, un 6% más que en el 2019.
Con ello, el rol del retail y los supermercados para abastecer a la sociedad en base a una producción y consumo responsable se vuelve fundamental. No solo porque son el nexo entre productores y consumidores, sino porque también son un espacio de educación respecto a los hábitos de consumo.
En el sector supermercados, los retos de la transición hacia un modelo de negocio sostenible van desde la elección de productos hasta la relación de estos con el consumidor y su post consumo. En ese sentido, temas como el aprovisionamiento responsable y la economía circular en el diseño de productos se vuelven necesarios para su introducción al mercado. En referencia a lo anterior, disminuir el uso de plástico es un desafío que nos lleva a cuestionar nuestra forma de envasar con menor impacto ambiental sin perjudicar la frescura y conservación de alimentos, para evitar problemas como su pérdida y desperdicio en la cadena.
En línea con ello, en nuestra empresa analizamos constantemente nuestra operación con una mirada circular. Así, usamos plástico con un mínimo de 50% de material reciclado post consumo para envases de productos que, por sus características de refrigeración o humedad, no permiten el uso de otros tipos de materiales. Cuando el producto lo permite utilizamos cartón, y fibras vegetales como bagazo de caña. Asimismo, retiramos los envases en productos que no lo requieren, y hemos rediseñado y homologado empaques en nuestras dos cadenas con el fin de hacer más eficiente el uso de materiales.
Se debe considerar también que un modelo de consumo responsable tiene un fuerte componente educativo y de acompañamiento a los consumidores. Desde el retail debemos generar consciencia respecto a los insumos y materiales que existen en el mercado y en esa línea lograr que más personas participen de las acciones de reciclaje y encuentren productos con un mejor impacto social y ambiental.