Vicepresidente de Soluciones de Portafolio de Credicorp Capital
El cierre del mes de julio registró un avance de los mercados globales en general. Tanto el mercado de Renta Variable Global (+7.0%), como el mercado de Renta Fija Global (+3.0%), presentaron rebotes interesantes que permiten tener un respiro en la tendencia negativa que se ha venido observando a lo largo del año.
Los determinantes no cambian demasiado: la inflación, el crecimiento, los riesgos geopolíticos, el precio del petróleo y el comportamiento del dólar, y detrás de todos estos, la expectativa de lo que hará la Fed, ya sea por acción o por reacción. Más allá de las particularidades estacionales como la publicación de resultados en el mercado de renta variable (iniciando con Estados Unidos), la atención del mercado no cambia sobre los factores que hemos venido siguiendo a lo largo del 2022.
Ahora que los riesgos/probabilidades de recesión se encuentran en discusión, la Fed vuelve a estar en medio de la discusión, y el mercado ha venido dándole cada vez más valor a lo que pueda hacer hacia futuro. Lo que cambia es que después del fuerte cambio de expectativas que se interiorizó durante el segundo trimestre del año, ahora los inversionistas parecen tomar decisiones con expectativas de movimientos marginales, que a su vez responden a información macroeconómica corriente, que termina impactando las probabilidades de ocurrencia de una recesión en Estados Unidos.
Este comportamiento del mercado nos lleva a volatilidades altas, y comportamientos de los mercados que pueden parecer contraintuitivos frente a la posibilidad de que los fundamentales puedan reflejar un mayor deterioro.
Esto implica que hacia adelante no debemos perder de vista la postura de la Fed, y los desvíos que se puedan dar en el día a día por la expectativa de los inversionistas frente a lo que esperan que el Banco Central. Si bien creemos que el ajuste del segundo trimestre ya nos debió haber dado un ancla importante, los cambios marginales que se puedan presentar son relevantes por los cambios que implica en la expectativa de recesión. En ese sentido, la volatilidad está a la orden del día, y la continuidad en la recuperación vista en los activos en julio es data-dependiente y sujeta a la interpretación de lo que esa información podría implicar en las decisiones de la Fed y las probabilidades de recesión.