Profesora e Investigadora de la carrera de Administración de la Universidad del Pacífico
Solo hace falta ir al mercado para comprobar los efectos de la inflación en los alimentos. Con una variación acumulada de los últimos doce meses de 8.74% (INEI, 2022) estamos afrontando incrementos de casi el 20% en algunos alimentos como los huevos. Según el Ministerio de Agricultura y Riego (MIDAGRI), el 15 de agosto del presente el pollo eviscerado se vendió en mercados minoristas de Lima a S/ 10,66 soles en promedio por kilo, cuando el mes pasado estuvo a S/ 9,76. Este fenómeno no solo se da en el Perú. Los precios de los alimentos a nivel mundial se han incrementado fuertemente desde el año pasado. A pesar de los serios cuestionamientos hacia el Gobierno, hay factores internacionales que son imposibles de controlar. El cambio climático, los efectos de la pandemia, la guerra en Ucrania, los altos costos de fletes, el precio del petróleo y energía, la crisis de los fertilizantes, y un largo etcétera, incrementan los costos a los productores y no tarda mucho tiempo en ser trasladado al cliente final.
Según el informe de crisis alimentaria en América Latina 2022 de Acción contra el Hambre, 80% de las familias peruanas se encuentran en estado de inseguridad alimentaria entre moderado y severo. Sin ahorros tras la pandemia, con una situación de pobreza monetaria de la población al 30% y casi un 80% de empleo informal, entre otros, el peruano más vulnerable podría incrementar su porción de ingreso destinado a la alimentación de 40% a un 80% en promedio. Con un menor poder adquisitivo, el consumidor termina optando por opciones más económicas o simplemente prescinde de ellas en su canasta, siendo los adultos en casos extremos quienes formulan estrategias para reducir sus porciones de alimentos a dos en lugar de tres al día y/o dejan de comer para alimentar a los más pequeños de la familia.
Aquí proponemos algunos consejos al ciudadano de a pie para apalear el incremento de precios en los productos alimenticios de su canasta básica:
- Calcular el precio por unidad de medida: dividir el precio del producto entre el peso. Toma algo de tiempo, pero permite comparar qué producto rinde más por soles/unidad de medida al realizar una compra.
- Hacer compras inteligentes: observar y analizar leyendo detenidamente las etiquetas, para evitar comprar si es que el precio supera lo que nuestro presupuesto nos permite.
- Comprar sujeto a lista: pensar en el menú para comprar solo lo que se necesita.
- Promover el consumo local: comprar productos de pequeños agricultores y de emprendimientos locales. Así consumiremos productos más frescos y damos mayor trabajo a nuestros compatriotas, y la economía nacional se activa.
- Buscar productos con fechas de vencimiento próximas: existen alternativas interesantes de compra, con descuentos hasta del 70% en los productos, por tener fechas de vencimiento cercanas.
- Almacene productos básicos que tiene fecha de vencimiento larga como por ejemplo arroz, fideos, conservas, etc.
Es más que necesario que el Gobierno sea rápido, eficiente y eficaz sobre todo para los desprotegidos. Para esto se debe promover una revisión exhaustiva de los procesos para acelerar el tema de los fertilizantes, los bonos alimentarios focalizados en los más necesitados y un mayor apoyo a los programas sociales, entre otros. Por otro lado, la cooperación de todos los actores, incluyendo al sector privado, universidades, organizaciones sin fines de lucro, Iglesia, etc. será clave para enfrentar la falta de acceso y disponibilidad de alimentos. Esto en calidad de urgencia para la protección de la seguridad alimentaria de todos los peruanos. Sobre todo, de los más desprovistos.