Associate Partner de Consultoría de EY Perú
Ante el reto de medir el avance de la transformación digital en las empresas peruanas, desarrollamos un índice de madurez digital, calculado a partir de una encuesta que cubre siete ámbitos: estrategia e innovación, experiencia del cliente, operaciones y cadena de suministro, áreas administrativas, información y tecnología, riesgo y seguridad cibernética, y cultura y organización.
La primera edición del estudio de madurez digital se realizó antes de la pandemia, por lo que pudimos registrar una serie de transformaciones en la forma de operar de las organizaciones ocasionadas por este evento global. Estos cambios fueron abordados tanto a nivel procesos como a la aplicación de tecnología. En algunos casos fueron la aceleración de una hoja de ruta alineada al plan estratégico, y en otros, simplemente respondieron a la inminente necesidad de adaptarse a la nueva normalidad ocasionada por las medidas de aislamiento y, posteriormente, un ambiente de operación hibrida.
En aquellos casos donde la transformación planeada se vio acelerada, los resultados tienen una base más sólida, lo cual la hace más sostenible, al estar más asimilada por su cultura empresarial. En aquellos en los que se reaccionó para poder sobrevivir, la transformación no necesariamente se alineó a la estrategia, sino a la emergencia. Y en estos casos, la permanencia de los cambios o la posibilidad de construir sobre ellos es menos viable.
En tal sentido, podemos observar que si bien antes de la pandemia nuestro país se encontraba en una evolución positiva en lo que se refiere a transformación digital, la pandemia sobrevino de una manera súbita y tuvo efectos mixtos. Algunos sectores más afectados detuvieron su proceso transformacional y se enfocaron en su estabilización y supervivencia. Otros encontraron la oportunidad para realizar cambios que anteriormente fueron pospuestos por falta de presupuesto o patrocinio ejecutivo.
En la más reciente edición del estudio de madurez digital encontramos que casi el 45% de las empresas emprendieron su proceso transformacional en busca de una simplificación de procesos y mayor eficiencia, y casi un 32% lo hizo para mejorar la experiencia de cliente. La misma audiencia reporta que el 55% se encuentra satisfecho o muy satisfecho de los logros obtenidos hasta el momento.
Sin embargo, ya después del retorno a las actividades presenciales y con muchos cambios que han permanecido, la conducta de las organizaciones ha sido variada. Tanto aquellas que siguieron un plan alineado a su estrategia como aquellas que actuaron reactivamente para sobrevivir se encuentran revisando sus planes estratégicos, reenfocándose para adecuarse a este cambio de época.
Por ello observamos un ligero retroceso en el índice de madurez digital en nuestro país frente al año anterior, pero con una tendencia al crecimiento frente a los años previos a la crisis sanitaria. Esto no ocurre solamente en el Perú; el fenómeno se repite de manera similar para otros países de la región. Tampoco podemos deducir que se debe a un impacto debido a factores económicos, ya que la gran mayoría de empresas participantes del estudio, de diversos sectores y tamaños, han obtenido un aumento en su presupuesto asignado para transformación digital. Una señal alentadora es que el estudio arroja que más del 60% de las empresas está acelerando su proceso transformacional, por lo que se puede inferir que el avance en materia digital no se detendrá.
Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor.