En el Perú, hemos avanzado en vencer diversos paradigmas. Uno de ellos, que algunos campos o profesiones están “destinados” a los hombres. En este mundo digital, y para las nuevas profesiones que vendrán, la diversidad y el protagonismo de la mujer es fundamental, como lo recoge el reciente Informe Sociedad Digital en Latinoamérica 2020-2021, de Fundación Telefónica.
El documento retrata el caso de ocho países latinoamericanos e identifica los factores socioeconómicos y tecnológicos que constituyen los retos y oportunidades de cara a enfrentar su transformación. Entre ellos, uno de los desafíos que enfrenta América Latina es potenciar el protagonismo de la mujer en la nueva sociedad digital y este protagonismo guarda relación con las brechas digitales de género, ya sea en el acceso a la tecnología, la formación en disciplinas científicas y tecnológicas, y en las profesiones relacionadas a la tecnología. Barreras que deben ser superadas.
La vía por excelencia para recortar las brechas digitales de equidad de género es la educación. A esto se añade la falta de fomento de las vocaciones STEM, siglas en inglés que corresponden a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Un indicador que nos podría guiar en cómo este avance del protagonismo de la mujer en la tecnología ocurre, es el analizar la proporción de mujeres graduadas en materias STEM en relación con la de hombres. Perú es un caso interesante de acuerdo con datos del Global Gender Gap Report 2021 (Foro Económico Mundial), pues por cada 10 hombres hay 6 mujeres tituladas en una de estas disciplinas, algo alentador si nos comparamos con que a nivel regional apenas son 4 mujeres.
Pero no hay que celebrar tanto, las mujeres aún tenemos camino por delante. En el Informe Sociedad Digital en Latinoamérica 2020-2021 se hace referencia a una encuesta citada por el Foro Económico Mundial que permite estimar la proporción de mujeres profesionales en posiciones vinculadas a la tecnología en compañías de diversos sectores. “Los resultados se clasifican entre el 1 y el 7, desde la absoluta ausencia de mujeres en tareas STEM hasta el valor máximo, que representa que están presentes en la misma proporción que los hombres”, señala el reporte. Perú figura en 3.99, por debajo de los demás países analizados.
Además de contribuir con los objetivos de lograr la inclusión digital o la equidad, incorporar a la mujer en actividades profesionales en donde su presencia es escasa puede traer beneficios económicos. El Banco Mundial estima que eliminar las barreras que impiden que las mujeres trabajen en ciertos sectores u ocupaciones tiene el potencial de aumentar la productividad laboral hasta un 25% en algunas economías, por el simple hecho de ampliar su participación en la fuerza de trabajo.
En Telefónica, por ejemplo, aspiramos a que por lo menos el 30% de las mujeres tenga posiciones de liderazgo en la compañía, partiendo de que, en el entorno empresarial peruano, solo el 9% de mujeres tienen cargos directivos al interior de sus organizaciones y la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 29%. Si no hacemos nada al respecto nos tomará 75 años para que a las mujeres se les pague lo mismo que a los hombres por hacer el mismo trabajo.
Por eso nuestro impulso a la mujer es transversal a la operación y lo que se busca es ampliar la participación de las mujeres en labores técnicas y muy pronto en otras actividades que también son de mayor presencia masculina.
Por eso, siendo conscientes de ello, tenemos que pararnos, romper barreras, estudiar, valernos por nosotras mismas y lo más importante, sentirnos seguras de que valemos y podemos hacer lo que nos propongamos.
(*) Directora de Transformación Digital de Telefónica Hispam