Director general de Prosegur Cash en Perú
En una época marcada por avances tecnológicos sin precedentes, el efectivo forma parte integral de nuestra vida diaria. En ese sentido, el Perú sigue siendo un territorio en el que el uso de dinero físico todavía es el medio de pago de mayor preferencia. Según el estudio ¿Cómo están pagando los peruanos?, realizado por IPSOS, el 89% de peruanos realiza transacciones con efectivo.
Estas cifras dejan en evidencia que el efectivo todavía juega un papel significativo en la vida cotidiana de los peruanos. Según este mismo estudio, se estima que 14.9 millones de residentes en nuestro país -lo que equivale al 56% de hombres y mujeres entre 18 y 75 años- hacen compras y pagos personales o familiares por este medio.
Viendo estas cifras, muchos se pueden preguntar: ¿Por qué los peruanos no usan medios de pago digitales? Para responder, es necesario ver algunas cifras. Si bien el uso de estos medios de pago aún es bajo, el peruano sí los utiliza. Según IPSOS, el 33% de habitantes en el país utiliza tarjetas de débito, el 16% realiza transacciones a través de una billetera electrónica y un 15% usa tarjetas de crédito.
No obstante, el poco uso de los medios de pago digitales en el Perú se debe principalmente por desconfianza o inseguridad. Además, la cultura de informalidad que se vive en el país juega un papel crucial para que la inclusión financiera no esté presente en ciertas ciudades. En ese sentido, es necesario hacer más cercano las diversas opciones para los ciudadanos de a pie.
Ante ello es válido preguntarnos: ¿El peruano está dispuesto a usar diferentes medios de pago? La respuesta es sí. Según el estudio en mención, el 72% de las personas señalan que utilizarían más medios de pago si estos garantizaran por completo, la seguridad de sus operaciones. Asimismo, el 68% indica que usarían las opciones disponibles si supieran cómo usarlas, mientras que el 51% precisa que sienten la necesidad de tener una capacitación para aprender a utilizarlas.
En ese sentido, y revisando dichas cifras, es imperativo capacitar o instruir a las personas a gestionar su dinero para que lo puedan utilizar de manera eficaz y de manera complementaria a los medios de pago electrónicos. Partiendo de ese punto, la educación financiera, acompañada del uso de nuevas plataformas de pago, hará que la inclusión financiera sea más rápida y fácil.
Por otro lado, y si nos centramos en temas de seguridad, las transacciones digitales cuentan con tecnologías de autenticación de dos factores, por ejemplo, así como cifrado de punto a punto que garantizan la autenticación de las mismas.
Entonces, ¿Cómo podemos integrarnos de manera segura en la era digital en el Perú? La respuesta radica en un enfoque equilibrado. El efectivo seguirá siendo relevante para ciertas transacciones y comunidades, y debemos convivir con esa realidad, además porque el dinero en efectivo se presta para un mejor manejo de los fondos personales en momentos de crisis. No obstante, es necesario promover la digitalización de manera inclusiva y segura de manera que las personas tengan una amplia variedad de formas de pago.
Para llegar a ello, es necesario un trabajo coordinado entre el gobierno y las empresas que brindan servicios financieros. Y menciono esto porque no solo las empresas deben garantizar que sus servicios sean accesibles, seguros y fáciles de usar, sino también porque el Estado debe crear políticas que fomenten la adopción de servicios financieros digitales.
Hay algo que queda claro, el efectivo no desaparecerá, sin embargo, la digitalización financiera es un camino que debemos recorrer para impulsar la inclusión, la eficiencia y la seguridad en temas financieros. El Perú tiene la oportunidad de avanzar hacia una economía más digital, pero la decisión recae en nosotros.