La Junta de Fiscales Supremos designó a una nueva fiscal de la Nación: la magistrada Delia Espinoza Valenzuela. Quien había ocupado ese cargo hasta la semana pasada, el fiscal Juan Carlos Villena, lo venía haciendo solo de forma interina, tras la abrupta salida hace unos meses de la hoy investigada Patricia Benavides, a quien se acusa de integrar junto a sus asesores una presunta organización criminal al interior del Ministerio Público.
La decisión no ha sido bien recibida por varios congresistas. Luego de que volviese de un periodo integrando el Jurando Nacional de Elecciones –uno de los cinco miembros de dicha institución es siempre un representante de la Fiscalía–, Espinoza fue designada titular de la Fiscalía Suprema Especializada en delitos cometidos por funcionarios públicos. Y allí, uno de los primeros casos que asumió fue justamente la investigación contra Patricia Benavides. Fue fruto de ello que, en marzo, Espinoza denunció a catorce congresistas por presuntos delitos como cohecho, tráfico de influencias y organización criminal.
Más allá de cómo termine ese caso, lo importante es que al menos parece haberse nombrado a una persona independiente del poder del Congreso. Esto es positivo en un contexto en el que el Legislativo había venido acumulando poder (tanto sobre el Ejecutivo, como al haber designado a todos los actuales magistrados del Tribunal Constitucional y al Defensor del Pueblo). Pero ello solo no basta: el reto que tiene en frente Espinoza al asumir la fiscalía de la Nación en un país como el nuestro es simplemente incalculable.
Por otro lado, también la semana pasada, se llevó a cabo la última etapa del concurso público de méritos para la elección de los nuevos miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ). Como se sabe, el periodo de los miembros actuales vence a fines de este año, por lo que la Comisión Especial –que preside el Defensor del Pueblo e integran también el presidente del Poder Judicial, la fiscal de la Nación, la presidente del TC, el contralor y dos rectores representantes de universidades públicas y privadas– deberá hacer pronto el nuevo nombramiento.
El nombramiento de la nueva fiscal de la Nación y los que están por hacerse en la JNJ serán determinantes para el futuro de la justicia en nuestro país, por lo que es siempre importante exigir que se hagan de forma transparente y con criterios meritocráticos. El Ministerio Público es una pieza clave del sistema de justicia. Y su independencia es esencial para que exista separación de poderes. La JNJ, por su parte, es quien nombra a los jueces y fiscales de todo el país, así como a los jefes de ONPE y Reniec.
Solo queda esperar que las nuevas autoridades estén a la altura del reto.
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