Editorial de Gestión. Se requiere recuperar la confianza para que puedan trabajar juntos, pero con esquemas eficaces de diálogo. (Foto: GEC)
Editorial de Gestión. Se requiere recuperar la confianza para que puedan trabajar juntos, pero con esquemas eficaces de diálogo. (Foto: GEC)

ESTADO Y SECTOR PRIVADO. La vinculación entre el sector público y las empresas casi siempre ha enfrentado divergencias. La desconfianza entre las partes no solo con el actual Gobierno sino también con los anteriores se dio, sobre todo, por razones de política económica, que en los últimos años se agravaron a causa de los casos de corrupción que involucraron a varias empresas y autoridades estatales.

Nunca ha sido una relación fácil. Por ejemplo, desde el sector privado durante años se reclama por los excesivos trámites que se les exigen a las empresas para poder operar, lo cual incrementa innecesariamente los costos, por la labor complementaria que deben hacer para la Administración Tributaria al tener que ser, por ejemplo, agentes de retención, y la poca flexibilidad que existe en materia laboral, por mencionar solo algunos temas. Desde el sector público, la desconfianza es quizá el mayor de los problemas, la sensación de que todas las compañías buscan su interés privado en detrimento del país, es parte del concepto que tienen varios funcionarios, sobre todo en los organismos reguladores.

Renovar esta relación implica que no haya empresas que le saquen la vuelta al Estado y, asimismo, que las autoridades reconozcan que la mayoría de las compañías, de todos los tamaños, no tienen ese comportamiento. La realidad es que sin un trabajo articulado entre los sectores público y privado el país no logrará salir de los problemas en los que se encuentra. Más allá de los discursos políticos -que en medio del proceso electoral se escuchan para tratar de ganar votos-, lo cierto es que una economía estatal no es viable.

El Perú necesita una recomposición de la relación entre el Estado y las empresas. Se requiere recuperar la confianza para que puedan trabajar juntos, pero con esquemas eficaces de diálogo y de decisión, no con reuniones para la foto que no generan cambios reales. La recuperación de los puestos de trabajo perdidos, la búsqueda de nuevos sectores productivos e, incluso, la lucha contra la pobreza extrema son algunas de los temas donde el Estado necesitará del sector privado. Para lograrlo puede potenciar el uso de las mesas productivas, que ya mostraron ser eficaces, y darle mayor peso a la labor de la mesa de lucha contra la pobreza que se beneficiaría de la experiencia del sector privado durante la pandemia e, incluso, lograr acciones concretas en la Comisión Nacional Anticorrupción. El reto implica remontar la desconfianza.

TAGS RELACIONADOS