Editorial de Gestión. Un cambio de Gabinete sin la intención política de modificar la estrategia no será eficaz. (Foto: GEC)
Editorial de Gestión. Un cambio de Gabinete sin la intención política de modificar la estrategia no será eficaz. (Foto: GEC)

GABINETE. La alta probabilidad de que el 30 de junio se ponga fin a la cuarentena -que en la práctica ya no existe-, el próximo inicio de la tercera fase y la ampliación de los sectores que podrán vender directamente al público pueden marcar el momento para que el presidente Vizcarra considere seriamente hacer cambios, ya sea de estrategia o de ministros. Si puede ser de ambos a la vez, sería mejor.

En el tema sanitario, es evidente para la población que las medidas que se adoptaron para la contención no dieron los resultados esperados. Ante las críticas, el Gobierno lleva siempre el debate a si era necesaria o no la cuarentena, pero eso es escabullirse de la realidad, pues la necesidad del aislamiento no está en duda, el problema es que mantenerlo por más de 100 días sin hacer los ajustes necesarios ni evaluar todas sus implicancias no es adecuado.

Hemos pasado de “yo me quedo en casa” a “primero mi salud” para cumplir los protocolos sanitarios, pero como decíamos en esta columna el día lunes, esta decisión entraña un riesgo dadas las premuras económicas de la población. Puede ser que la caída de la economía haya tocado fondo en abril, pero no necesariamente se percibe que haya sucedido lo mismo con la pandemia. Hoy se requiere una explicación de la jefa del Comando Covid para saber en qué condiciones sanitarias se da el reinicio de las actividades económicas, pues el Gobierno ofrece resultados parciales y contradictorios.

En el lado económico no se tiene un plan, falta liderazgo, y cada vez es más evidente que la ministra de Economía está sola. Mientras tanto, el presidente del Consejo de Ministros desconoce las medidas que toma su gobierno, solo así se entiende que salga a criticar, por ejemplo, los “créditos cruzados” entre empresas vinculadas al sector financiero en el marco de Reactiva Perú, cuando la medida original y el cambio posterior salieron de las oficinas del MEF.

Las marchas y contramarchas (además de declaraciones dejadas luego sin piso) entre los ministros a lo largo de estos 101 días hacen necesario un cambio en el Gabinete pese a lo difícil que puede resultar para el presidente Vizcarra encontrar profesionales dispuestos a entrar al Ejecutivo, sobre todo en este momento en que se atraviesa una crisis y el periodo de gobierno está por finalizar.

Sin embargo, un cambio de Gabinete sin la intención política de modificar la estrategia no será eficaz. La apuesta tiene que ser por la inversión privada -lo cual implica facilitarla- y no solo por el estímulo fiscal. Apostar por hallar soluciones solo al interior del Estado no dará resultados.