El dubitativo señor Sánchez

CRISIS POLÍTICA. La situación que vive el país cada vez es más compleja tanto desde el punto de vista económico como político. Sin embargo, una probable salida puede estar en manos del Ministerio Público. Desde el Congreso, cuatro bancadas están solicitando al fiscal de la Nación encargado, Pablo Sánchez, que reconsidere la decisión de su antecesora, Zoraida Ávalos, y que inicie de una vez la investigación abierta contra el mandatario Pedro Castillo. Indicios para hacerlo existen.

Además, lo ocurrido con el expresidente Martín Vizcarra, para quien también Ávalos optó por postergar el inicio de la investigación hasta el término de su mandato, debería ser razón suficiente para que el nuevo fiscal cambie de decisión. La experiencia de contar con autoridades que utilizan su cargo para beneficio propio está muy arraigada y aplazar las indagaciones solo beneficia al investigado, más aún en un país donde los fiscales suelen tomarse años recabando información para armar su expediente antes de presentar la denuncia e iniciar el juicio; los casos contra Ollanta Humala, Alejandro Toledo y Keiko Fujimori, entre otros, así lo demuestran.

Mientras tanto, el Gobierno prefiere mirar hacia el costado y en lugar de trabajar para resolver los tres problemas que más preocupan a la población – según la encuesta de Ipsos para Lampadia–, como son la lucha contra la delincuencia (53%), la lucha contra la corrupción (52%) y la generación de empleo (42%), el premier irá hoy al Parlamento a sustentar el proyecto de Asamblea Constituyente, un tema que solo le interesa a un 8% de peruanos.

Lamentablemente, por falta de iniciativa, la oposición parece hacerle el juego a Perú Libre, pues ante la incapacidad del Gobierno, la oposición no presenta alternativas, por ejemplo, para afrontar mejor el alza de precios o generar por lo menos empleo temporal. Si las fuerzas políticas quieren que el país haga sentir su opinión en las calles, deben mostrarle que optar por la vacancia y/o un adelanto general de elecciones no será solo un acto de fe. Más allá de nombres individuales, deben ofrecer salidas concretas a los problemas de la población.

Lo peor que podría suceder es que la población se acostumbre a la situación de incertidumbre que vive día a día. Esa es la apuesta de Vladimir Cerrón y Perú Libre y contra eso deben actuar. Sin alternativas concretas parte de la ciudadanía puede sentir que está dando un salto al vacío.