Los primeros resultados de la nueva medición de indicadores de pobreza multidimensional, basados en datos de 2023, se publicarán en febrero de 2025.
Los primeros resultados de la nueva medición de indicadores de pobreza multidimensional, basados en datos de 2023, se publicarán en febrero de 2025.

El Gobierno de ha bautizado el 2025 como “Año de la recuperación y consolidación de la economía peruana”. Uno de los significados de “recuperar” es “Trabajar un determinado tiempo para compensar lo que no se había hecho por algún motivo”. ¿Se habrá dado cuenta la presidenta que su Gobierno no hizo lo suficiente el año pasado para que la economía nacional se recupere de la recesión del 2023? Es que el crecimiento del de 3.2% –según estima el BCR–, reflejó sobre todo un efecto rebote, pues la base de comparación fue baja.

Si Boluarte busca compensar lo que su Gobierno no hizo, tendría que comenzar por evaluar el desempeño de sus ministros, quienes son los encargados de poner en marcha la política gubernamental en sus respectivos sectores. No obstante, primero habría que preguntarse si existe alguna política gubernamental, pues a juzgar por los discursos oficiales, lo que más se escucha y lee son lugares comunes, anuncios de proyectos que llevan lustros en cartera y declaraciones desatinadas –el titular del Minedu, Morgan Quero, se lleva las palmas, no precisamente las magisteriales, en este rubro–.

LEA TAMBIÉN: PBI crecerá 3.7% en primer trimestre del 2025: los riesgos que observa el BCRP

Pero los discursos no recuperarán la confianza de empresas y familias. Hará falta que el Gobierno, y el Congreso, pongan freno al resquebrajamiento de la institucionalidad en el Estado y entiendan que sus incesantes escándalos de presunta corrupción, que están intensificándose en sordidez, tienen que ser investigados con transparencia y sin intromisión.

Volviendo a lo económico, lo que prima es la incertidumbre, porque al abrumador ruido político hay que sumar el desordenado manejo de la política económica: el Congreso aprueba leyes que horadan la caja fiscal y el Ejecutivo parece no inmutarse (ni siquiera observa las autógrafas). Decidir elevar la remuneración mínima vital a fines de diciembre, cuando las empresas ya tienen definidos sus presupuestos, es prueba de esa desprolijidad. La disciplina fiscal era una de las cartas de presentación del Perú ante la inversión extranjera, pero hoy, queda muy poco por exhibir en esa materia.

LEA TAMBIÉN: Ejes para converger a ingresos más altos

La costumbre de ponerle nombre a los años en el país data de 1963 (“Año de la alfabetización en todo el territorio patrio”). Su objetivo, en general, es marcar la agenda del Gobierno de turno, pero en casi todos los casos, se ha tratado de un saludo a la bandera. La educación es el tema más mencionado, mientras que nombres ligados a la economía no han estado muy presentes. Tal vez un nombre más apropiado para el 2025 hubiese sido “Año de la austeridad en el sector público (incluido el Congreso)”.

Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.