El BCR ha medido el impacto que han tenido sobre la economía nacional siete “choques” –eventos poco anticipados– a lo largo del 2023 y que explican la contracción que estima para el PBI del año (0.5%), ya que en conjunto le restaron 2.7 puntos porcentuales (pp). El informe forma parte del Reporte de Inflación (RI) de diciembre, publicado el fin de semana. Dicho documento tiene periodicidad trimestral y, en general, contiene proyecciones más acertadas que las cifras algo alejadas de la realidad que elabora el MEF.
El primero, fue la sequía en la sierra, entre agosto y diciembre del 2022, que perjudicó la campaña agrícola grande del primer semestre de este año y le restó 0.1 pp al PBI, el mismo impacto que la gripe aviar, que apareció en noviembre del 2022 y que ya está controlada. Luego llegó El Niño costero, que además del agro, perjudicó la pesca, la industria textil y la construcción, entre otras actividades. Su efecto negativo fue el mayor (1.1 pp). El Niño costero aún no desaparece y podría encontrarse con El Niño global, del que se espera moderación, según recientes pronósticos.
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Los conflictos sociales de inicios de año le costaron al PBI 0.8 pp (y al país, medio centenar de vidas). Hubo interrupciones en transporte, comercio, construcción y minería. El informe no incluye uno de los sectores más golpeados: el turismo, que sufrió cancelaciones de reservas, sobre todo de extranjeros. También desde el exterior, hubo una menor demanda por exportaciones no tradicionales, que restó 0.2 pp al PBI. Los dos últimos choques sí tuvieron origen nacional.
Uno es la (muy endeble) confianza empresarial, estrechamente vinculada a la inversión privada, que este año caerá 7.3%. El informe no ahonda en detalles sobre las causas del deterioro de las expectativas empresariales, solo menciona que ocurre en un “entorno caracterizado por una alta incertidumbre”. Pero los embates del Congreso contra la institucionalidad generan alta incertidumbre. La pérdida de la confianza empresarial le costó 0.3 pp al PBI.
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El sétimo factor fue la menor inversión de gobiernos subnacionales, que sucede cada cuatro años, cuando asumen nuevos gobernadores y alcaldes, así que era previsible. Esa ineficiencia le restó 0.1 pp al PBI. Una omisión del análisis es el efecto que habrían tenido las alzas de las tasas de interés del BCR, hasta diciembre del 2022, a fin de controlar la inflación, pues encarecieron el crédito en el 2023. Para el 2024, el BCR proyecta que el PBI crecerá 3%. Dado que se ignora si habrá otros choques, es una cifra muy preliminar.