Los ataques cibernéticos a sistemas informáticos bancarios parecían noticias lejanas, poco probables de que ocurriesen en el Perú. Hasta que ocurrió. El miércoles de la semana pasada, a la caída del sistema operativo de Interbank, que interrumpió sus servicios a través de su app, se sumaron rumores de que había sido hackeado. La tarde del jueves, mientras la app seguía con intermitencias, el gerente general del banco, Carlos Tori, se disculpó vía YouTube con los clientes y confirmó el hackeo, pero negó que este y la caída del sistema hayan estado relacionados.
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Quizás la mejor medida de manejo de crisis que aplicó el banco fue involuntaria: la caída del sistema impedía realizar retiros de efectivo, lo que evitó una potencialmente grave corrida bancaria –también extendió su horario de atención el sábado, cuando su sistema fue restablecido–. La tribulación que permanecerá, no obstante, será el hackeo. Es que podría acarrear consecuencias muy serias, como el riesgo de que los datos pirateados sean vendidos no solo a los incómodos e impertinentes call centers y plataformas de spam, sino a extorsionadores, lo cual sería un asunto de mucha mayor gravedad.
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Si como reza el refrán, “no hay mal que por bien no venga”, el hackeo a Interbank podría concientizar a las empresas privadas y entidades públicas acerca de la enorme importancia de la ciberseguridad, que en el Perú aún está en proceso de maduración, según Elmer Cama, socio de Riesgos de Tecnología de EY Perú (gestion.pe 24/07/2024). Por su parte, Jaime Montenegro, líder de Transformación Digital de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), señala que el país es tercero en Sudamérica con más número de ciberataques y que las empresas peruanas tienen entre 60% y 70% de probabilidad de ser víctimas, aparte que ha habido un aumento en ataques dirigidos a proveedores de hardware, lo que es una nueva tendencia.
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Con estos datos, es necesaria una modernización de la manera en que se encara el problema y darle prioridad a la prevención. Se sabe que el avance de la tecnología permite que los hackers lleven la delantera, por lo cual es preciso permanecer en guardia. Por lo pronto, las autoridades han reaccionado con anuncios de que investigarán lo acontecido con Interbank. Entre ellas figuran la SBS, el Ministerio de Justicia (que tiene bajo su ámbito a la Autoridad Nacional de Protección de Datos) e Indecopi. Pero además de investigar qué pasó, también tienen que estar más atentas para que no vuelva a pasar, no solo con la banca sino con otros sectores vulnerables.
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