
Escribe: Javier Coronado, counsel/ director económico de Garrigues
Han pasado cuatro años de la entrada en vigor el régimen de control previo de operaciones de concentración empresarial a cargo del Indecopi. Por primera vez, todas las fusiones y adquisiciones de empresas de cierta relevancia en el Perú debían ser evaluadas antes de ejecutarse, con el fin identificar incrementos de concentración monopolista y preservar la competencia. Este marco regulatorio se diseñó para dar predictibilidad a los agentes en el mercado, procurando decisiones rápidas, lo que ha obligado a las empresas y fondos de inversión a planificar sus operaciones integrando en su análisis estratégico esta variable regulatoria.
LEA TAMBIÉN: Populismo fiscal y PBI en el 2026
El balance de estos primeros cuatro años parece positivo. Según el informe “El régimen de control previo de concentraciones empresariales en el Perú”, elaborado por Garrigues y la Cámara Oficial de Comercio de España en el Perú (COCEP), el Indecopi ha recibido 73 solicitudes de autorización, admitiendo 67 y aprobando 63, es decir registra una tasa de aprobación del 94%. El sector de electricidad, gas y agua lidera con 16 operaciones autorizadas, lo que consolida al sector energético como uno de los más atractivos para la inversión, representando el 19% del valor estimado del total de las transacciones (US$ 13,118 millones).

LEA TAMBIÉN: Seguros de salud: cuando el remedio es más caro que la enfermedad
En un contexto de transición energética global, el Perú ofrece condiciones relativamente atractivas: una cierta estabilidad regulatoria, recursos naturales abundantes y una demanda en crecimiento gracias a sectores de alto consumo energético como la minería y las obligaciones regulatorias de los distribuidores de energía. Es razonable, entonces, esperar que este sector mantenga su liderazgo en los próximos años, especialmente si logra atraer capitales interesados en proyectos de energía renovable y modernización de redes.
LEA TAMBIÉN: Construyendo el próximo hub del Pacífico Sur
Los plazos de evaluación de las solicitudes muestran una ligera tendencia al alza. Este incremento es señal de alerta: el éxito del régimen depende de que la autoridad mantenga la agilidad y consistencia de sus decisiones, evitando que la burocracia erosione la confianza del inversionista. En sectores complejos, como el financiero o el de telecomunicaciones, la predictibilidad del proceso puede ser tan valioso como el resultado mismo de la autorización.
LEA TAMBIÉN: ¿S/3.32 o S/3.45?: los escenarios que enfrenta el dólar en Perú hacia enero
El desafío ahora es consolidar la institucionalidad del régimen, continuando el fortalecimiento de las capacidades técnicas del Indecopi, especialmente en el análisis económico. Asimismo es importante una colaboración más fluida entre la autoridad y las empresas para que el régimen se perciba como un instrumento razonable de política de competencia. En estos cuatro años se ha demostrado que el control de concentraciones ha contribuido con la dinámica competitiva.
LEA TAMBIÉN: Riesgos críticos hoy en día en las fiscalizaciones
Si el Perú continúa con un sistema ágil, transparente y técnicamente sólido, otras industrias (además del sector energético) podrán mirar con confianza el futuro de sus operaciones de concentración. En un entorno global competitivo, contar con reglas claras es, más que una obligación, una ventaja estratégica.








