
Escribe: Teresa Mera Gómez, ministra de Comercio Exterior y Turismo
En un contexto global caracterizado por la reconfiguración de las cadenas de suministro y la creciente demanda de eficiencia logística, el Perú avanza en una estrategia integral para consolidarse como el hub logístico del Pacífico Sur.
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La puesta en marcha del puerto de Chancay, hace un año, fue uno de los hitos que nos puso en el mapa de la logística regional. Como corredor directo de América del Sur con Asia, ha tenido un impacto en nuestro comercio con dicho continente. En lo que va del año, el 86% de carga marítima que sale por Chancay se dirige a Asia, beneficiando a productos bandera de nuestra canasta exportadora, como paltas, arándanos y uvas, al tiempo que se contribuye a la desconcentración de la salida de nuestra oferta exportable. A la fecha, el 69% de las exportaciones por Chancay provienen del interior del país.

En paralelo, el puerto del Callao acelera su proceso de modernización con nuevas inversiones proyectadas a cargo de DP World y APM Terminals, que permitirán dar mayor capacidad operativa y eficiencia logística al principal terminal portuario del país. Hacia el sur, el TP de San Juan de Marcona se consolida como una infraestructura estratégica para el sector minero; Matarani también proyecta una ampliación; y en el 2026, se prevé la adjudicación del terminal de Chimbote, y nuevos terminales en Pucallpa, Iquitos y Saramiriza.
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Estas iniciativas, que responden al crecimiento del comercio exterior peruano, se complementan con esfuerzos como la Ley de Cabotaje, y las mesas logísticas multisectoriales encabezadas por el Mincetur, para aprovechar los corredores interoceánicos sur, norte y centro, apuntando a una visión integral y descentralizada que elimine cuellos de botella en infraestructura o procedimientos que limitan la fluidez de las operaciones de comercio exterior. Como sabemos, para explotar el pleno potencial de nuestros puertos modernizados y fortalecidos, debemos seguir atendiendo las brechas que nos restan competitividad.
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Otro aspecto clave para posicionarnos como hub de la región es nuestra apertura comercial, una política de Estado que se impulsa desde hace más de 20 años. Con nuestra red de 23 acuerdos comerciales vigentes, los productos peruanos cuentan con preferencias arancelarias para ingresar a 58 países, los cuales representan el 82% del PBI global, alcanzando al 42% de la población mundial. El 89% de nuestras exportaciones, a la fecha, cuentan con preferencias en mercados de destino.
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Este año, esperamos poner en vigencia el acuerdo suscrito con Guatemala y Hong Kong, y a inicios del próximo año, el CEPA con Indonesia y la optimización del TLC con China. Es decir, en el primer semestre del 2026, el Perú tendrá 26 TLC vigentes. En paralelo, tenemos una agenda de negociación activa que incluye a países como India, Emiratos Árabes Unidos y El Salvador. Nuestro objetivo es priorizar la diversificación de mercados, creando condiciones para que más empresas peruanas, en especial mipymes, se inserten en las cadenas globales y regionales de valor y aprovechen las oportunidades que el mundo les ofrece.
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Como Gobierno de Transición y Reconciliación, tenemos el firme propósito de sentar las bases en dos proyectos estratégicos que consolidarán el desarrollo económico del país. El primero de ellos es la reglamentación de la Ley de Zonas Económicas Especiales Privadas (ZEEP), un modelo que permitirá a los inversionistas proponer la creación de Zonas en áreas geográficas con alto potencial, que cuenten con las condiciones para desarrollar industrias con alto valor agregado, promoviendo los encadenamientos productivos y la generación de empleo especializado. Con las ZEEP, el Perú tendrá las condiciones para competir con modelos exitosos de la región, como Uruguay, Costa Rica o República Dominicana, donde las Zonas Económicas Especiales representan hasta el 30% de las exportaciones totales.
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Finalmente, estamos dando el impulso necesario para que el Perú avance hacia una logística inteligente con la implementación del Port Community System (PCS), la segunda gran infraestructura digital nacional orientada a facilitar el comercio exterior peruano, después de la Ventanilla Única de Comercio Exterior. El PCS integrará navieras, agentes de aduanas, terminales portuarios, almacenes, operadores logísticos y entidades del Estado en una sola plataforma digital e inteligente, que permitirá el intercambio seguro de información y datos para estandarizar los procesos de todos los actores de nuestro ecosistema logístico. Un solo espacio para los trámites, locación, seguimiento de los envíos y operaciones, con un impacto positivo en más de 40 mil empresas y 800 operadores de comercio exterior.
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Esta plataforma ha sido encargada por Mincetur a ProInversión mediante un Convenio de Cooperación, y se trata de la primera infraestructura digital que funcionará bajo un modelo de Asociación Público-Privada (APP).
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Estas iniciativas nos deben recordar que el desarrollo no se logra de la noche a la mañana. Requiere compromiso, coordinación y la capacidad de planificar de manera estratégica con una mirada a largo plazo. Debemos contar una visión integral, que potencie a nuestras empresas y fortalezca la presencia del Perú en el comercio mundial. Si mantenemos este rumbo, el país no solo podrá consolidarse como el hub logístico del Pacífico Sur, sino también como un referente regional en eficiencia, conectividad e integración comercial.







