Mauricio Bock, presidente del Institute of Neurocoaching
Si te sientes más cansado al final de un día de trabajo en cuarentena que antes, no estás sólo. Las videos conferencias, popularizadas por la herramienta ZOOM, han producido un fenómeno que causa fatiga cerebral cuando la exposición a esta herramienta no se hace de una manera adecuada.
En gran parte, la fatiga por ZOOM está relacionada a la necesidad de concentración intensa frente a los estímulos visuales que tenemos tras las videollamadas. Para el cerebro, entender una situación con múltiples participantes requiere de la lectura del lenguaje corporal. La cámara sin embargo nos da muy poca información sobre la respuesta corporal de las personas, por ello que se necesita de un enfoque adicional en diferentes puntos para resolver las incógnitas. Adicionalmente, no siempre las conexiones son eficientes y cuando el audio resulta de mala calidad, se requiere de aún más concentración.
El síndrome de Fatiga por Zoom puede causar desorden mental, ocasionando ansiedad severa, pérdida de atención, somnolencia y distrés. Si bien suena
Aquí 7 tips para evitar que las videollamadas se vuelvan improductivas:
1. Tiempos: Una video llamada no debería durar más de 30min. El objetivo es de dirección o coordinación de un proyecto en ejecución. No es una buena alternativa prolongar más de este tiempo ni hacer brainstorming por ejemplo.
2. Una conversación a la vez: Procure cerrar los micrófonos a todos los participantes y abrirlos sólo cuando levanten la mano para poder darle acceso al micrófono.
3. Grupos reducidos: manejar un grupo de persona muy amplio a la vez resulta contraproducente a no ser que sea para dirigir una conferencia unilateral. Si se trata de una revisión de proyecto, convoque sólo quienes tengan una acción que tomar o un aporte que transmitir en la reunión.
4. Fondo de pantalla: Al mirar a los participantes en la cámara, nuestro cerebro explora también la información que está detrás de ellos. Acuerden tener un fondo de pared o no usar la cámara salvo que esté la persona hablando.
5. Reduzca las ventanas de los participantes: En particular, oculte su propia ventana. El mirarnos a la cámara como un espejo nos va a distraer ya que tendremos a querer percibir como los demás nos ven. Busque evitar ver varias personas a la vez, para el cerebro es agotador.
6. Tome apuntes en papel: apunte mientras exponen los demás en un cuaderno en vez de escribir en la computadora. Ese proceso permite que su mente se relaje del ordenador para escuchar más que ver.
7. Reuniones espaciadas: No intente resolver todo por videoconferencias, las llamadas telefónicas pueden tener tanta o más productividad que un Zoom y permitirán dar el descanso suficiente al cerebro.
Finalmente, no se trata de dejar de usar las video llamadas, sino de liderar para poner el estándar de uso de la herramienta. Aplique estos mismos principios para los ZOOMs con sus amigos y familiares.