César Candela, experto en Gobierno y Políticas Públicas
Después de la pandemia, diversos sectores fueron duramente golpeados como consecuencia del covid-19, entre ellos el sector turismo, actividad importante para el desarrollo de nuestro país cuya recuperación marcha a un ritmo sumamente lento, viéndose afectados miles de pequeños y medianos negocios vinculados al rubro, así como importantes inversiones de cadenas hoteleras instaladas en el Perú.
El actual ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, a través del programa Impulso Perú, destinaría S/ 2,000 millones al financiamiento de las micro y pequeñas empresas (mypes) vinculadas al sector. Asimismo, se brindaría una flexibilización tributaria para las empresas del sector y se ampliaría la vigencia del plazo para solicitar reprogramaciones de Reactiva Perú y FAE Turismo hasta el 30 de junio de este 2023.
Estos anuncios y medidas resultan importantes ya que brindan oxígeno económico a este segmento del sector, sin embargo, ¿resultan suficientes? Pues, definitivamente no. A propósito de ello, recuerdo un aforismo muy conocido al que haré mención en esta oportunidad –”del cuero salen las correas”– y en el caso del sector turismo, ¿de dónde salen las correas? Golpeados no solo por la pandemia, sino también por las marchas masivas que, con o sin justificación, fomentaron un temor importante para visitar nuestro país y restringieron el turismo interno a diversas zonas turísticas generando importantes pérdidas.
Poca o casi nula ha sido la labor del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, a través de Promperú, para generar medidas que ayuden a recuperar y generar ingresos, ya que sin estos no se podrán cubrir las obligaciones asumidas por el Programa Reactiva y costos fijos como el pago de planillas (que solo para las cadenas hoteleras asciende a decenas de miles de trabajadores), mantenimiento de la infraestructura, entre otros gastos permanentes necesarios para el desarrollo habitual de operaciones .
Sería significativo impulsar medidas que permitan una alianza entre diversos sectores, como el sector infraestructura, esto con el objetivo de planificar y mejorar el acceso hacia más rutas turísticas ubicadas en diferentes regiones.
A lo comentado, hay que sumarle la poca productividad normativa tanto del Poder Legislativo como del Poder Ejecutivo, que han visto reducida su capacidad de legislar por la constante polarización política que atraviesa nuestro país. Además, hay que tener en cuenta la falta de gestión de otros sectores del Gobierno para recuperar rápidamente la atracción que nuestro Perú merece y que no puede quedar sujeta a una producción cinematográfica de ciencia ficción —como lo comentaba con tanta algarabia el actual ministro de Comercio Exterior—. Machu Picchu, una de las 7 maravillas del mundo en el Cusco, el Señor de Sipán en Lambayeque, Kuélap en Chachapoyas, nuestra riqueza cultural y gran gastronomía, así como la confianza de los inversionistas y los cientos de miles de peruanos que dependen de este sector, merecen más que eso.
Sería significativo impulsar medidas que permitan una alianza entre diversos sectores, como el sector infraestructura. Esto con el objetivo de planificar y mejorar el acceso hacia más rutas turísticas ubicadas en diferentes regiones de nuestro país. Pueden constituirse mesas de trabajo de funcionarios del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, Ministerio de Transportes y Comunicaciones, gobiernos regionales y locales, y así concertar la prioridad en la ejecución de obras enlazadas con nuevas rutas.
En recientes viajes a Lambayeque y Ayacucho pude comprobar el estado lamentable de las vías tanto en la ciudad como en la carretera. Está claro que los accesos y visitas en estos y otros departamentos implican el uso de infraestructura que, sin un estado óptimo, genera una pésima imagen a los visitantes. ¿No puede el ministro de Comercio Exterior y Turismo solicitar a la ministra de Transportes una urgente solución este problema?
Entre las medidas que me permito sugerir, planteo que Promperú, a través de sus oficinas, inicie una campaña intensa para así recuperar la imagen de temor que generaron las marchas y que impide el incremento del turismo, así también que el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo presente un proyecto de ley que promueva la creación de un régimen laboral especial que permita la contratación de personal según temporada y, por último, regular cuanto antes el cobro que realizan asociaciones como APDAYC que junto a otras vienen exigiendo a hoteles y restaurantes el pago de derechos de autor en forma dispersa y desordenada.