Alejandro Deustua, internacionalista
La Cancillería ha informado al Congreso de lo actuado en el último semestre sobre la proyección externa del Estado. El esfuerzo ha sido intenso y parcialmente relacionado al daño causado por el golpe de Castillo en la percepción internacional del Gobierno.
Con relación a los vecinos, destacó la solución de la crisis de migrantes venezolanos irregulares en la frontera peruano-chilena. La cooperación entre autoridades de ambos países y de organismos de Naciones Unidas, fortalecida con reuniones con casi todos los vecinos, dio cuenta también de la necesidad de organizar un mecanismo eficaz para afrontar localmente una problemática generalmente calificada de global.
De otro lado, la integración fronteriza con Ecuador se vigorizó con infraestructura facilitadora del tránsito de bienes y personas en la zona (el CEBAF). Sin embargo, no se informó el detalle de lo avanzado en políticas de cooperación para confrontar las amenazas del contrabando y el narcotráfico que vulnera las fronteras con nuestros cinco vecinos.
En el ámbito de la integración regional, las acciones emprendidas parecieron orientadas a consolidar un estatus (la presidencia pro tempore de la CAN y de la Alianza del Pacífico) antes que al incremento sustancial de los intercambios intrarregionales de bienes, capitales y servicios cuyos raquíticos niveles no se ajustan a los fundamentos de la integración. En el escario andino se reportó un nuevo proyecto de “reingeniería” que se sumará a las reorganizaciones ya realizadas sin resultados exitosos.
El incremento de la interdependencia tampoco fue atendido en el caso de la Alianza del Pacífico. En su lugar tenemos hoy una solución sui generis al bloqueo por México de la presidencia pro témpore peruana. Aquella se logró mediante una intermediación chilena que no asegura el consenso necesario para progresar. Esa intermediación pudo lograr un mejor resultado, aunque de menor perfil, implicando más al Consejo Empresarial y que no llevara a una triangulación de la titularidad presidencial. Esta ratifica la indisposición de México a cumplir con sus obligaciones.
En el ámbito multilateral, el esfuerzo de esclarecimiento político desplegado en grandes foros ha sido encomiable. Pero el inicio formal de incorporación del Perú a la OCDE lo es más aún. El éxito no está garantizado por el Memorándum Inicial presentado. Las reformas estructurales eventualmente referidas en él serán evaluadas por la OCDE considerando los niveles de aproximación de las mismas a los estándares internacionales que esa entidad procura. Ello otorgará al Perú mayor estatus, mejor gobernabilidad y horizonte de largo plazo en un escenario incierto.
De otro lado, la Cancillería dio cuenta de los esfuerzos que se realizan para presidir y ser sede de la cumbre de la APEC en 2024, pero no identificó los beneficios esperados.
Dado que Estados Unidos, China y Rusia son miembros de esa entidad y actores del cambio de orden global, sería conveniente que el Perú tomara una posición seria sobre la transformación estructural consecuente.