"Empezar siquiera con las intervenciones del gobierno nacional, transparentando la información en una especie de observatorio, ayudaría mucho".
"Empezar siquiera con las intervenciones del gobierno nacional, transparentando la información en una especie de observatorio, ayudaría mucho".

Para quienes tenemos algunos años conociendo el mundo de la infraestructura, resulta chocante escuchar una y otra vez los mismos anuncios, de las mismas obras. Mandar a hacer un perfil o un estudio no es un anuncio relevante. Incluso el propio estudio podría concluir que la intervención no es económica y socialmente viable o atractiva. Si a ello le sumamos que muchos de estos proyectos demoran años en madurar y un ministro o viceministro tiene una “expectativa de vida” de pocos meses, el resultado es claro: todos nos entusiasmamos con proyectos que quizás recién vean la luz cuando nuestros nietos sean adultos. Eso es malo, porque genera descrédito, desconfianza.