Para quienes tenemos algunos años conociendo el mundo de la infraestructura, resulta chocante escuchar una y otra vez los mismos anuncios, de las mismas obras. Mandar a hacer un perfil o un estudio no es un anuncio relevante. Incluso el propio estudio podría concluir que la intervención no es económica y socialmente viable o atractiva. Si a ello le sumamos que muchos de estos proyectos demoran años en madurar y un ministro o viceministro tiene una “expectativa de vida” de pocos meses, el resultado es claro: todos nos entusiasmamos con proyectos que quizás recién vean la luz cuando nuestros nietos sean adultos. Eso es malo, porque genera descrédito, desconfianza.
!["Empezar siquiera con las intervenciones del gobierno nacional, transparentando la información en una especie de observatorio, ayudaría mucho".](https://gestion.pe/resizer/v2/SJZ7QCHKQNFCFJ23K3O6JWM7CY.jpg?auth=2a47d279ca9978ab4e6d620ebbba95baac53e1e6bf30ca87af0c33a3009ecbd1&width=580&height=330&quality=75&smart=true)
"Empezar siquiera con las intervenciones del gobierno nacional, transparentando la información en una especie de observatorio, ayudaría mucho".