Escribe: Rodrigo Isasi, director ejecutivo de Viernes.la
“Un buen diseño es como un sillón de cuero que, con el tiempo y el uso, se vuelve más cómodo y mejor. No se desgasta, sino que se adapta y mejora.” David Stowell, fundador de la firma de diseño Smart Design, hace esta analogía en el documental Objectified. Pieza audiovisual que nos da un vistazo al trabajo creativo detrás de los objetos que usamos en nuestro día a día. Entre ellos el emblemático trabajo de Stowell con Oxo Good Grips, marca de utensilios destacada por su comodidad y adaptabilidad a diversos tipos de usuarios.
Este principio de mejora con el uso no solo aplica a objetos como nuestros jeans o zapatillas favoritas, sino que también se extiende a servicios. Médicos, educadores, asesores financieros y otros servicios profesionales otorgan un mejor servicio a medida que a través de continuas interacciones en el tiempo conocen más a sus pacientes, alumnos e inversionistas, respectivamente.
Esta rutina de conocimiento, adaptación y mejora puede escalarse y automatizarse en cada vez más aspectos de nuestra vida gracias a la evolución e inclusión de la inteligencia artificial en las empresas. Haciéndolas más competitivas y capaces de solucionar mejor nuestros problemas individuales y sociales.
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¿Se imaginan un servicio de salud que sea capaz de anticipar una posible enfermedad o evento crítico? O un servicio de delivery que con solo una breve instrucción verbal enviada por un audio en WhatsApp reconozca los detalles de tus especificaciones de pedido, lugar y hora en el que lo necesitas.
Estos y otros casos están muy cerca de ser una realidad, por ello en paneles y conferencias no se hace esperar el debate filosófico sobre el impacto futuro de la inteligencia artificial en nuestras vidas. Pero es tiempo de pasar del debate a la acción. Hay tareas que ya son imperativas y pueden desbloquear en el corto plazo el potencial de adaptación y mejora a escala de nuestros servicios y productos.
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Estas tareas, pueden agruparse en tres objetivos, que lleven a tu empresa a estar lista para capitalizar esta oportunidad:
1. Establece una estrategia de datos. Captura, ordena y disponibiliza la data clave de tus clientes y procesos. Por ejemplo, iniciar programas de identificación de clientes a la hora de la compra para poder relacionar las transacciones a usuarios únicos. 2. Diseña procesos e implementa soluciones tecnológicas que produzcan data y sean optimizables con data. Por ejemplo, el proceso de planificación de la demanda o la programación de recursos para la operación. 3. Promueve una cultura de adopción y experimentación de nuevas herramientas de manera descentralizada. Habrá tantas soluciones con procesos y costos de implementación muy bajos, que será más eficiente ir probando y descartando que conduciendo largos procesos de selección. Como líderes, nos corresponde modular y modelar. Modular el ruido y traducirlo en direcciones concretas y claras, y modelar los criterios de decisión de la organización con el ejemplo. Espero que esta simple agenda te ayude en ese desafío.
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