El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció el lunes el inicio de la ofensiva rusa contra el este de Ucrania, una región en parte en manos de los separatistas prorrusos y donde se intensificaron los combates.
“Ahora podemos decir que las tropas rusas han comenzado la batalla por el Donbás, para la que se estuvo preparando durante mucho tiempo. Una gran parte de todo el ejército ruso se dedica ahora a esta ofensiva”, dijo Zelenski en un discurso difundido en Telegram.
“No importa cuántos soldados rusos se traigan hasta aquí, lucharemos. Nos defenderemos”, aseguró.
Poco antes, el gobernador ucraniano de la región de Lugansk, Serguei Gaidai, también anunció el inicio de la ofensiva rusa contra el este de Ucrania.
“Esto es un infierno. Ha comenzado la ofensiva de la que llevamos semanas hablando”, dijo en Facebook. “Hay combates en Rubizhne y Popasna, combates incesantes en otras localidades pacíficas”, afirmó.
Al menos ocho civiles murieron el lunes por disparos y ataques rusos, según las autoridades regionales.
Cuatro personas murieron en Kreminna, una pequeña ciudad de la región de Lugansk que cayó en manos de los rusos el lunes, dijo Gaidai en Telegram.
Y cuatro más en la cercana región de Donetsk, según el gobernador ucraniano de esa región, Pavlo Kyrylenko.
“Dos en Torske, uno en Chandrigalove y otro en Razdolne. Otras cinco personas resultaron heridas”, dijo en Telegram.
Desde que Rusia anunció la retirada de sus tropas de la región de Kiev, ha concentrado sus fuerzas armadas en el este de Ucrania, objeto de frecuentes bombardeos desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.
El ejército ucraniano anunció hace varias semanas una gran ofensiva de Moscú contra la región del Donbás, gran parte de la cual está bajo el control de los separatistas prorrusos de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dice que está llevando a cabo una operación militar en Ucrania para salvar a los rusos de Donbás del “genocidio” orquestado por los “neonazis” ucranianos.