Las instituciones europeas llegaron a un acuerdo este martes sobre la revisión del Código Schengen para poder responder a nuevas amenazas, como el uso de los migrantes como arma política y reducir los cierres temporales de fronteras entre los países de la UE.
“Circular sin problemas cruzando nuestras fronteras internas y la seguridad de nuestras fronteras externas son las dos piedras angulares del espacio Schengen. El acuerdo alcanzado hoy para revisar el código de fronteras Schengen aclarará y fortalecerá estos dos pilares”, dijo la ministra belga del Interior, Annelies Verlinden, cuyo país preside la UE este semestre.
Instrumentalización de la migración
Tras lo ocurrido en Bielorrusia en 2021, la UE ha decidido dotarse de medidas para responder a la amenaza de una guerra híbrida.
Las nuevas normas permitirán a los países tomar medidas para gestionar las fronteras exteriores de la UE, por ejemplo limitando el número de pasos fronterizos, reduciendo los horarios de apertura e intensificando la vigilancia en las fronteras.
El texto acordado aclara y refuerza el marco para la reintroducción y prolongación de los controles en las fronteras interiores.
Según las nuevas normas, si las amenazas al orden público o a la seguridad son imprevisibles, se pueden introducir controles inmediatamente, que deberán ser notificados al mismo tiempo a la Comisión, a otros Estados miembros y al Parlamento Europeo.
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En ese caso, estarán limitados a un período máximo de un mes y sólo podrán prorrogarse por un máximo de tres meses.
Otro caso son las amenazas previsibles.
En ese supuesto, podrán permanecer en vigor durante un período de hasta seis meses y prorrogarse por períodos renovables de seis meses, con una duración máxima de dos años.
En situaciones excepcionales importantes debidas a una amenaza persistente, los controles en las fronteras interiores podrán prolongarse más de dos años, por un máximo de seis meses adicionales, renovables una vez por una duración total de un año.
Alternativas a los controles en fronteras interiores
Se prevén también normas para promover alternativas eficaces a los controles en las fronteras interiores.
Se incluye un nuevo procedimiento para responder a “los movimientos no autorizados” en operaciones policiales conjuntas y permitiendo que los Estados miembros revisen los acuerdos de readmisión existentes entre ellos o celebren pactos.
Según el nuevo código de fronteras Schengen, el Consejo puede adoptar una decisión para permitir restricciones temporales de viaje en la frontera exterior si se produce una emergencia de salud pública a gran escala.
Durante la pandemia, la UE solo pudo emitir recomendaciones no vinculantes a los estados miembros.
La decisión también puede incluir restricciones de viaje relacionadas con la salud, como pruebas, cuarentena y autoaislamiento.
El acuerdo de hoy aún tiene que ser adoptado formalmente por las instituciones europeas.
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