Las tres instituciones de la Unión Europea (UE) prohibieron el acceso a sus sedes al ‘lobby’ de empresas rusas, como una extensión de las sanciones adoptadas tras la invasión de Rusia a Ucrania, aseguraron sus representantes.
El Parlamento Europeo fue la primera institución en actuar, al prohibir a principios de junio el acceso a cualquier representante de una empresa rusa a sus locales.
El Consejo Europeo, que agrupa a los Estados miembros, y la Comisión Europea (CE) avanzaron en el mismo sentido e “instruyeron que no sean recibidas personas que representen intereses rusos”, confirmaron funcionarios antes del inicio de la cumbre europea consagrada a la ayuda a Ucrania.
Está previsto que este jueves los dirigentes europeos renueven las sanciones que han venido adoptando contra Rusia desde la anexión de Crimea en el 2014.
La decisión concierne a todos los representantes de intereses rusos inscritos en el registro de transparencia de la UE para tener acceso a los locales de las instituciones a fin de reunirse con los comisarios, con sus equipos y los parlamentarios europeos.
Los diplomáticos, funcionarios y empresarios rusos ya no pueden beneficiarse de facilidades y visas para entrar en la UE. Pero ciudadanos de países europeos que representan los intereses de sus clientes rusos en Bruselas no tenían ningún impedimento contra sus actividades en las sedes de las instituciones.