Donald Trump está siendo criticado por el manejo que le da a la pandemia de coronavirus. (REUTERS/Leah Millis).
Donald Trump está siendo criticado por el manejo que le da a la pandemia de coronavirus. (REUTERS/Leah Millis).

El gobierno y el banco central de Estados Unidos anunciaron el martes un plan masivo de ayuda a la economía para enfrentar las consecuencias de la pandemia de coronavirus, proyecto que depende del visto bueno del Congreso.

El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, trabaja con el Senado y la Cámara de Representantes en un programa de ayuda “audaz y muy importante”, anunció Donald Trump durante una conferencia de prensa.

Luego de tardar en reaccionar, el inquilino de la Casa Blanca se vanaglorió de que este plan será inédito. “Creo que nunca antes vi algo igual”, sostuvo.

La pandemia de nuevo coronavirus, que comenzó en China a fines de 2019 y que se extiende día a día en el mundo, obliga a los países a tomar medidas drásticas. En Estados Unidos como en otros sitios las aerolíneas dejan aviones en tierra, las escuelas y liceos cierran, así como bares y restaurantes.

El propio Trump desaconsejó reuniones de más de 10 personas, y con ello es claro que toda la actividad económica se ve resentida.

Mnuchin no reveló el monto del plan de ayuda, pero la prensa estadounidense maneja de fuentes del gobierno la cifra de US$ 850,000 millones.

El funcionario sin embargo mencionó algunas de las medidas que pretende promover la Casa Blanca.

“Tenemos la intención de enviar cheques inmediatamente a los norteamericanos”, sostuvo, precisando que hablaba de un lapso de dos semanas, añadió.

Una medida similar fue adoptada por el gobierno de George W. Bush durante la crisis hipotecaria de 2008.

Mnuchin insistió en la importancia de inyectar dinero al mercado para ayudar a familias y pequeñas empresas que ven afectados sus negocios por la caída de demanda.

“También podemos garantizar préstamos a industrias cruciales como el transporte aéreo y la hostelería”, explicó el secretario del Tesoro.

-Paso a la acción-

Mnuchin advirtió que la pandemia de coronavirus puede ser incluso más devastadora para las aerolíneas que las consecuencias de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.

“Esto es peor que el 11 de septiembre para la industria del transporte aéreo”, dijo, cuando muchas aerolíneas dejan sus aviones en tierra por los cierres de frontera impuestos desde Europa a Asia, desde Estados Unidos a América Latina, para tratar de detener los contagios de covid-19.

El lunes, las compañías aéreas solicitaron una ayuda de US$ 50,000 millones al gobierno federal para capear el temporal

El gobierno trabaja para que este proyecto que requiere aprobación legislativa sea adoptado “rápidamente” en el Senado, destacó Mnuchin. Mientras el Senado es controlado por el oficialismo republicano, la oposición demócrata maneja la Cámara de Representantes.

-Ayuda al crédito-

Además de la ayuda del gobierno federal, la Reserva Federal de Nueva York, encargada de vigilar que los mercados dispongan de liquidez suficiente, anunció antes el martes una nueva inyección masiva de 500.000 millones de dólares en el mercado monetario.

Esta operación se agrega al calendario habitual y “tiene como objetivo asegurar que el monto de reservas siga amplio y ayudar a un funcionamiento sin trabas de los mercados financieros de corto plazo en dólares”, señaló el organismo en un comunicado.

Además, el banco central estadounidense anunció mecanismos para dar facilidades de crédito para apoyar a empresas y familias, en un esfuerzo para mitigar el impacto económico de la pandemia en Estados Unidos. Los sectores automotor e inmobiliario, así como las empresas serán beneficiarios de estas ayudas.

El objetivo es minimizar dificultades de reembolso de créditos que profundizarían los daños económicos causados por el coronavirus.

El lunes por primera vez, el propio Trump reconoció que no puede descartarse que Estados Unidos entre en recesión. Muchos economistas consideran que la economía ya se contrae.

El último plan de ayuda de este volumen se remonta a febrero de 2009, cuando el gobierno del entonces recién asumido Barak Obama, que luchaba contra la crisis financiera originada en los créditos hipotecarios basura, anunció US$ 787,000 millones en ayudas durante tres años para sostener el consumo y el sector inmobiliario.

Ese plan estaba estructurado en un tercio de alivios fiscales y dos tercios de gasto público. Los republicanos recortaron los números argumentando el control del déficit fiscal.

Los anuncios de la Fed y la perspectiva de un plan de reactivación tranquilizaron al mercado. Al cierre, el índice principal de Wall Street, el Dow Jones Industrial Average, subió un fuerte 5,20% a 21.237,38 puntos, en tanto el tecnológico Nasdaq ganó 6,23% a 7.334,78 unidades, y el S&P 500 6,00% à 2.529,19.

Estos anuncios se suman a un plan de ayuda por 100.000 millones de dólares que pagará licencias médicas a trabajadores directamente afectados. Esta iniciativa aún requiere aprobación del Senado.

La pandemia ya se ha cobrado más de 7,000 vidas y ha infectado a más de 180,000 personas, según un balance de la AFP.

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