El exministro británico de Finanzas Rishi Sunak amplió este lunes su ventaja en la carrera por suceder al primer ministro Boris Johnson y la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, redujo la distancia en su intento de llegar entre los dos finalistas.
Tras la dramática dimisión de Johnson el 7 de julio como líder del Partido Conservador, que lo hará abandonar la jefatura del gobierno en cuanto la formación le encuentre un sucesor, la semana pasada comenzó la larga carrera interna para reemplazarlo.
En un primer momento, los 358 diputados conservadores votan en sucesivas rondas eliminatorias hasta designar el 21 de julio a dos candidatos finalistas.
En un segundo tiempo, los cerca de 200,000 afiliados al Partido Conservador eligirán entre estos dos mediante votación postal durante el verano, para designar al ganador el 5 de septiembre.
En la tercera ronda de votación de los diputados conservadores, realizada el lunes, Sunak obtuvo 115 votos, por delante de la secretaria de Comercio Internacional, Penny Mordaunt, con 82 y Truss con 71 (7 más que en la segunda ronda).
La exministra de Igualdad Kemi Badenoch quedó en cuarto lugar con 58 votos y el presidente de la comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores, Tom Tugendhat, fue eliminado con 31 votos.
Tras dos debates televisivos organizados durante el fin de semana entre estos cinco candidatos, Sunak y Truss habían decidido no participar en el tercero, previsto para el martes por la noche por el canal Sky News, que se vio obligado a cancelarlo.
La perspectiva de un tercer debate hacía temer a los conservadores británicos que se expusieran demasiados desacuerdos entre ellos, consideró el canal.
Tras aparecer poco convincente en el primer debate del viernes, Truss atacó frontalmente en el del domingo a Sunak, excompañero en el seno del gobierno al que acusó de haber arrastrado al país a una “recesión” al subir impuestos y cargas sociales.
Johnson hace votar confianza en su gobierno
Sunak y Truss se lanzan puñales desde el inicio de la campaña.
Esta última busca ganar terreno ya que en las tres primeras votaciones ha quedado relegada al tercer lugar, por detrás de Mordaunt y de Sunak, que el lunes afianzó su billete para la final.
La ministra es la favorita del bando de Johnson, que está convencido de que Sunak esperó el momento propicio durante meses antes de anunciar su dimisión el 4 de julio, lo que precipitó la fronda que acabó obligando a renunciar al primer ministro.
Esta versión ha sido desmentida por los partidarios de Sunak.
Pero según el diario The Times, Johnson estaría instando a los candidatos eliminados a dar su apoyo a “cualquiera menos a Rishi”, al que acusa de traición por haber precipitado con su renuncia la de otros 60 miembros del gobierno y en última instancia la caída del líder conservador.
Poniendo fin a su legendaria capacidad para sobrevivir a las crisis políticas, Johnson se vio obligado a dimitir al perder el apoyo del partido debido a los múltiples escándalos que lo rodean y que dañan las perspectivas electorales de los conservadores en las legislativas previstas en el 2024.
Paradójicamente, los diputados debían votar en el parlamento su apoyo al gobierno de Johnson que el lunes presentó una moción de confianza en sí mismo. Los conservadores, rebeldes incluidos, no podían rechazarla so pena de verse sumidos en unas elecciones anticipadas potencialmente desastrosas en este momento para el partido.
“Creo que este es uno de los gobiernos más dinámicos de los tiempos modernos, no sólo por superar la adversidad a una escala que no habíamos visto en siglos, sino por cumplir a lo largo de la adversidad”, afirmó el primer ministro durante el debate, defendiendo su actuación durante la pandemia.
El ejecutivo activó esta moción de confianza por razones técnicas, en respuesta a un intento de moción de censura por la oposición laborista, para quien es “intolerable” que Johnson siga en la jefatura del gobierno hasta setiembre.