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Las elecciones generales de octubre muestran un panorama incierto que ha disparado más dudas sobre Argentina en los mercados, en medio de una crisis económica que ha diversificado la oferta de aspirantes con chances de ganar la presidencia.
La que hasta el año pasado parecía una segura victoria de la oposición de centroderecha se ha visto amenazada por el crecimiento en los sondeos de un partido ultraliberal que le ha restado intención de voto y, al modificar el tablero, mantiene en juego al vapuleado oficialismo de centroizquierda.
La situación añade incertidumbre al frágil panorama financiero que enfrenta el país, con una depreciación del peso del 20% en lo que va del año -más de un 30% en el mercado ilegal-, una inflación anual estimada en más del 100% y una pobreza de casi el 50%.
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Los encuestadores destacaron que hoy en día las tres fuerzas, que aún no terminaron de definir a sus candidatos, cuentan con probabilidades ciertas de ganar los comicios de octubre, cuyas primarias abiertas se realizarán en agosto.
“Hay una escena de mucha fragmentación en la oferta política, que responde también a la fragmentación en la demanda política”, dijo a Reuters Shila Vilker, directora de la encuestadora Trespuntozero, para quien el resultado de los comicios es “una moneda al aire”.
El economista libertario Javier Milei, de La Libertad Avanza, es hasta el momento el único postulante firme para las elecciones, mientras que la coalición opositora Juntos por el Cambio definirá a su candidato en primarias tras las crudas disputas internas entre el actual alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y la exministra Patricia Bullrich.
El peronismo gobernante, envuelto en sus propias peleas de poder y golpeado por la larga crisis económica, aún no decidió a sus precandidatos y ni siquiera definió si elegirá a su postulante por consenso o en las primarias de agosto.
El ministro de Economía, Sergio Massa; el exgobernador Daniel Scioli; el ministro de Interior, Eduardo De Pedro, e incluso la actual vicepresidenta y líder del espacio, Cristina Fernández de Kirchner, son algunos de los potenciales candidatos.
En medio de la debacle financiera, el actual presidente, Alberto Fernández, anunció hace días que no buscará la reelección.
Según una encuesta de abril de la consultora Opina Argentina, Juntos por el Cambio obtendría el 31% de los sufragios si se sumara la intención de voto de todos sus candidatos, mientras que el oficialista Frente de Todos lograría en conjunto el 26% y La Libertad Avanza -con la única opción de Milei- el 23%.
La particularidad del estudio es que si se consideran los votos por candidato y no por partido político, Milei encabeza la lista.
“Esta es la primera vez que una tercera fuerza genera expectativa de que puede estar en los primeros lugares y puede, incluso, llegar al balotaje. Hay una curva ascendente de votantes muy enojados con la política que parecen optar por esta fuerza, La Libertad Avanza”, explicó a Reuters Facundo Nejamkis, director de Opina Argentina.
Para Vilker, de Trespuntozero, Juntos por el Cambio tiene actualmente un 33% de intención de voto -sumando a sus precandidatos en un escenario de primarias-, el oficialismo entre 28% y 29% y Milei 24%.
“Las dudas de quién será el próximo presidente se reflejan en el mercado, porque las opciones de los potenciales candidatos son muy diferentes para su instrumentación, desde la dolarización de la derecha a los controles de la izquierda”, destacó el analista Marcelo Rojas.
Centro vs extremos
El dilema del oficialismo y Juntos por el Cambio es que, en una sociedad políticamente polarizada, sus candidatos moderados contarían con altas chances de imponerse en un eventual balotaje -al que se llega si ningún postulante supera el 45% de los votos en la primera vuelta-, pero sus posibilidades decrecen en las primarias y en las generales.
Los discursos disruptivos de Milei, que propone dolarizar la economía y eliminar el banco central, han tenido un profundo eco, como también la prédica de la candidata de derecha de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, o de la líder de izquierda Fernández de Kirchner.
“Nosotros representamos una alternativa de transformación real respecto a la ‘casta’ que nos gobierna desde hace décadas. Por eso confiamos en que la gente nos hará llegar a la segunda vuelta y ahí le ganaremos a cualquier candidato que se pare enfrente”, dijo Milei a Reuters.
Fernández de Kirchner, quien gobernó el país entre 2007 y 2015, sugirió hasta el momento que no se postulará a la presidencia, aunque muchos seguidores la han presionado para que compita ante la falta de candidatos populares del Frente de Todos.
Frente a los discursos extremos, los precandidatos moderados como Rodríguez Larreta -que parecería sacar una luz de ventaja sobre Bullrich para las primarias-, Massa o Scioli cuentan, en cambio, con mayores posibilidades de atraer a votantes de centro o desencantados con espacios políticos rivales.
“Una gran mayoría que no sigue la política va a votar en las PASO (primarias). Son una mayoría silenciosa a la que apostamos. El sistema electoral argentino es favorable a Horacio” Rodríguez Larreta, dijo un portavoz del alcalde de Buenos Aires en referencia a que las primarias de los partidos son abiertas a cualquier votante.
Una vocera del oficialismo se limitó a responder que “faltan definiciones” ante la consulta de Reuters, mientras que los portavoces de otros precandidatos prefirieron no contestar.
Fuente: Reuters
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