Qatar, un país rico en petróleo, se ha convertido en un intermediario clave para el destino de unos 200 rehenes en poder de los milicianos de Hamás desde su ataque sin precedentes a Israel. Una vez más, el pequeño país de la península arábiga está bajo los reflectores.
Las negociaciones también obligan a Qatar a realizar un delicado acto de equilibrio internacional al mantener una relación con los considerados milicianos por Occidente y a la vez mantener sus estrechas relaciones de seguridad con Estados Unidos.
Bajo acuerdos derivados de ceses de fuego anteriores entre Hamás e Israel, el emirato rico en gas ha pagado los salarios de los empleados públicos en la Franja de Gaza, enviado dinero a familias pobres y ofrecido otros tipos de ayuda humanitaria a los palestinos en Gaza.
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Qatar ha sido anfitrión de la oficina política de Hamás en Doha, su capital, desde hace más de una década. Uno de los funcionarios residentes allí es Khaled Mashaal, un miembro en el exilio de Hamás que sobrevivió a un intento de asesinato israelí en Jordania que amenazó con descarrilar el acuerdo de paz de ese país con Israel. Otro es Ismail Haniyeh, el líder supremo de Hamás.
Estados Unidos sancionó a Mashaal en 2003 por ser “responsable de supervisar operaciones de asesinatos, explosiones y la muerte de colonos israelíes” Washington sancionó a Haniyeh en 2018, por mantener “vínculos estrechos con el ala militar de Hamás y ser un promotor de la lucha armada, incluso contra civiles”.
En una entrevista con Sky News esta semana, Mashaal dijo que los rehenes tomados durante el ataque de Hamás del 7 de octubre podrían ser liberados si Israel detiene sus ataques aéreos, algo increíblemente improbable cuando Israel prepara una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza.
El mando militar israelí dice que unas 222 personas, entre ellas algunos extranjeros, fueron capturadas por Hamás durante su incursión y llevadas a Gaza. Cuatro han sido liberadas, una mujer y su hija el viernes y otras dos el lunes.
“Que detengan esta agresión y se encontrarán mediadores como Qatar y Egipto y algunos países árabes y otros que buscarán la manera de lograr su libertad y los enviaremos a sus hogares”, dijo Mashaal.
El hecho de ser anfitrión de los líderes de Hamás ha atraído la atención sobre Qatar, tanto en el pasado como desde el ataque de hace dos semanas que mató a más de 1.400 personas en Israel.
El gobierno del presidente Joe Biden ha multiplicado los elogios a Qatar por sus gestiones para liberar a los rehenes, y el secretario de Estado, Antony Blinken, visitó Doha durante su viaje diplomático reciente a la región.
En tanto, el emir de Qatar, jeque Tamim bin Hamad Al Thani, canalizó la furia del mundo árabe ante las incesantes incursiones aéreas y el sitio de la Franja de Gaza desde el 7 de octubre. El Ministerio de Salud regentado por Hamás dice que los ataques han matado a más de 5.000 palestinos hasta el momento.
Fuente: AP
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