(Foto: Greenpeace)
(Foto: Greenpeace)

La pandemia del COVID-19 no ha desacelerado el avance del cambio climático y, si bien las emisiones de dióxido de carbono se redujeron durante algún tiempo debido a las medidas de confinamiento, pasado ese periodo están aumentando rápidamente.

Cada vez parece más probable que en los próximos cinco años las temperaturas superen, al menos temporalmente, el umbral de los 1.5 grados centígrados con respecto a las registradas en la era preindustrial, según un informe preparado por varias agencias de , bajo el liderazgo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Siguiendo la misma tendencia, la concentración en la atmósfera de los gases que producen el efecto invernadero -detrás del calentamiento global- sigue rompiendo récords, señala este nuevo estudio.

Las concentraciones de esos gases, entre los cuales el más conocido y abundante es el dióxido de carbono, “se mantienen en niveles sin precedentes y condenan al planeta a un peligroso calentamiento futuro”, se advierte, para luego recordar que ya existe la certeza científica de la relación entre esta situación y los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías e incendios forestales.

Las estimaciones citadas en el informe indican que entre enero y julio pasados las emisiones mundiales de los sectores de la energía eléctrica y la industria ya se encontraban al mismo nivel e incluso eran superiores al observado en el mismo periodo previo a la .

Las emisiones procedentes del transporte terrestre se redujeron alrededor del 5%, lo que da como resultado (sin contar el transporte aéreo y marítimo) que en los primeros siete meses de este año las emisiones se mantuvieron en los mismos niveles del 2019.

Por ello, el informe señala claramente que nadie puede contar con supuestas repercusiones positivas de la pandemia en el medio ambiente, ya que si las hubo fueron de muy corto plazo.

“No habrá una disminución considerable de las emisiones de aquí al 2030, a menos que los países traten de conseguir una recuperación económica que incluya una descarbonización profunda”, reflexionan los científicos que prepararon el informe.

Por ahora, los compromisos para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas abarcan el 63 % de las emisiones mundiales, lo que no permitiría permanecer dentro del aumento de 1.5 a 2 grados de temperatura fijado por el Acuerdo de París sobre el Cambio Climática del 2015.

“No hemos escuchado suficientes compromisos que nos lleven al cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París, pero es cierto que el interés político en el cambio climático nunca antes ha sido tan grande”, dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, a modo de comentario esperanzador en una rueda de prensa.