La Organización Mundial de la Salud (OMS) se encuentra en consultas con científicos de todo el mundo sobre la posibilidad de desarrollar una vacuna universal capaz de proteger contra las distintas variantes y subvariantes del COVID-19.
“Una ambición de muchos científicos es lograr una vacuna universal que pueda ayudar a proteger a la población de una amplia gama de coronavirus”, sostuvo la especialista en investigación y desarrollo Ana María Henao-Restrepo.
La científica indicó que la OMS ha desplegado un plan de colaboración con expertos de todo el mundo para evaluar el posible desarrollo de esa vacuna.
La variante ómicron es prácticamente la única que sigue circulando en el mundo (más del 99% de casos), según las secuencias genéticas del virus que recibe la OMS, pero a partir de ésta han surgido ya hasta cinco subvariantes y una recombinación de dos de ellas.
“Vemos una confluencia de cepas de ómicron y probablemente esto siga ocurriendo en el futuro. Tenemos que estar preparados para la posibilidad de que este virus cambie tanto que ponga a prueba la inmunidad existente”, advirtió por su parte la científica en jefe de la OMS, Soumya Swaminathan.
Para evitarlo, dijo que la mejor defensa que hay por el momento es que se extienda la cobertura de inmunización en países donde todavía hay partes importantes de la población sin acceso a las vacunas.
Uno de los grupos que más preocupan a la OMS es el de mayores de 65 años, que requieren de tres dosis para conseguir una inmunidad total.
Sin embargo, la organización ha detectado que hay muchos países donde la cobertura de vacunación de este grupo de edad todavía es muy baja, en particular en África, donde solo uno de cuatro tiene la pauta completa.
“Las poblaciones mayores son las de más difícil acceso porque no están en los programas de inmunización rutinaria y pueden tener problema de movilidad, así que tenemos que ver dónde podemos ayudarlos”, concluyó.