El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró este lunes que sus tropas seguirán operando en Gaza hasta lograr el objetivo de destruir al grupo islamista Hamás, durante una reunión con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien se encuentra en Israel para impulsar un cese el fuego.
Durante una reunión en la sede del Ministerio de Defensa en Tel Aviv, Gallant dijo al máximo diplomático estadounidense que “el sistema de defensa de Israel está comprometido a continuar operando en Gaza hasta lograr los objetivos de la guerra: el regreso de los rehenes y el desmantelamiento de Hamás”, indica un comunicado de la cartera de Defensa.
“El ministro enfatizó la importancia de (continuar) la presión militar constante ejercida por Israel sobre Hamás, junto con la necesidad de una presión política continua de Estados Unidos” hasta que se logre un acuerdo de alto el fuego, añadió.
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Blinken realiza su novena visita a Israel desde que estalló la guerra, el pasado 7 de octubre, con el renovado objetivo de lograr una tregua, que permita liberar a los 111 rehenes israelíes que Hamás aún tiene secuestrados en Gaza (de los cuales al menos 39 han muerto) y entregar más ayuda humanitaria al devastado enclave palestino.
Sin embargo, las negociaciones están siendo complejas, ya que, entre otros puntos de desacuerdo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aboga por una tregua temporal, mientras Hamás puja por un cese de hostilidades permanente.
Así, pese a las diferencias que han surgido entre Gallant y Netanyahu sobre la guerra, el mensaje del ministro de Defensa a Blinken se alinea con el del primer ministro, quien insistió este lunes en que se mantendrá “firme” en las negociaciones para no ceder en las “necesidades de seguridad de Israel”.
“Aprecio enormemente la comprensión que Estados Unidos ha mostrado hacia nuestros vitales intereses de seguridad, en nuestros esfuerzos conjuntos para lograr la liberación de nuestros rehenes”, dijo Netanyahu tras reunirse con Blinken.
El líder israelí instó el domingo a los países mediadores -Estados Unidos, Catar y Egipto- a presionar a Hamás y no a Israel, y reiteró su firmeza en dos puntos centrales: no cesar la ofensiva militar hasta desmantelar al grupo islamista y no retirar a sus tropas del estratégico Corredor de Filadelfia, que abarca toda la línea fronteriza entre Gaza y Egipto.
Por otro lado, Gallant y Blinken “discutieron los desafíos de seguridad en la región de Oriente Medio”, y el ministro israelí aprovechó para agradecer a Estados Unidos “por su profundo compromiso con la seguridad de Israel”, asegura el comunicado de Defensa.
Irán, el mayor enemigo de Israel, aseguró hoy que no busca aumentar las tensiones en la región, pero reiteró su derecho a “castigar” a Israel por el ataque -que le atribuye- en Teherán el 31 de julio, en el que murió el entonces líder político de Hamas, Ismail Haniyeh.
La guerra entre Israel y Hamás estalló el 7 de octubre del año pasado con un ataque del grupo islamista que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados. Desde entonces, las fuerzas israelíes atacan por aire, tierra y mar la Franja de Gaza, donde ya suman 40,139 muertos, 92,743 heridos, 10,000 desaparecidos bajo los escombros y 1,9 millones de desplazados que sobreviven una crisis humanitaria sin precedentes.