Stellantis NV está considerando renovar una planta en México para construir vehículos híbridos y eléctricos al tiempo que transforma su línea para satisfacer la creciente demanda de transporte a batería.
El propietario de las marcas Jeep, Peugeot y Ram contempla remodelar su fábrica en Saltillo, Coahuila, uno de los centros industriales del norte de México a unos 320 kilómetros de la frontera con Texas, según personas familiarizadas con las deliberaciones, que pidieron no ser nombradas por no estar autorizadas para hablar en público.
La compañía también está evaluando la posibilidad de invertir en el Estado de México, donde también tiene una planta en la ciudad de Toluca, o bien, en el estado de Sonora, aunque Saltillo es el favorito en términos de sitios potenciales, dijo una de las personas. La inversión estaría en el rango de miles de millones de dólares y ocurriría en los próximos años, indicó.
Los planes no se han finalizado y aún podrían cambiar, dijeron las personas.
“Invertimos regularmente en plantas de todo el mundo para mejorar en términos de proceso, producción de vehículos o adaptarnos a la electrificación como parte de nuestra inversión de US$ 35,000 millones en electrificación y software anunciada durante nuestro EV Day hace un año”, dijo Shawn Morgan, vocera de la compañía, en una respuesta por correo electrónico a las preguntas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O., y la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, se reunieron el 20 de julio con ejecutivos de Stellantis, incluido el director ejecutivo, Carlos Tavares, para hablar sobre vehículos eléctricos y el deseo de fortalecer la cadena de suministro de la empresa en México, dijo Clouthier en ese momento.
Una de las preocupaciones de la empresa ha sido asegurarse de contar con un suministro de electricidad adecuado para su planta, según dos de las personas familiarizadas con sus planes.
El tema de la energía y las maniobras de López Obrador de priorizar al proveedor estatal de electricidad en detrimento de empresas privadas y extranjeras han despertado preocupaciones entre las compañías. El mes pasado, los Gobiernos de EE.UU. y Canadá solicitaron consultas formales con el Gobierno mexicano, alegando que sus políticas actuales violan el acuerdo de libre comercio del 2020 entre las tres naciones.
En un tuit, luego de la reunión del mes pasado con Stellantis, Ramírez de la O, el secretario de Hacienda, dijo que las inversiones de la compañía en México crearán empleos y que el país puede ayudar a las empresas a garantizar un suministro de energía suficiente y una transición realista y efectiva hacia la energía limpia.
En su planta de ensamblaje de Toluca, Stellantis ya fabrica el crossover compacto Jeep Compass. El fabricante de automóviles planea traer versiones electrificadas del Compass a esa planta en el 2024, según Sam Fiorani, vicepresidente de AutoForecast Solutions en Chester Springs, Pensilvania.
Las plantas de Stellantis en Saltillo producen la Ram 1500 y camionetas de trabajo pesado, y la Ram ProMaster Van, que Tavares ha señalado como un producto clave para aprovechar la demanda de camionetas eléctricas de empresas de comercio electrónico como Amazon.com Inc.
El plan estratégico del fabricante de automóviles exige que fabrique 75 modelos totalmente eléctricos para fines de la década y que convierta el 50% de las ventas en EE.UU. y el 75% de las ventas en Europa en vehículos que funcionan con baterías.
Clouthier, la secretaria de economía, dijo en mayo en una entrevista que un gran fabricante de automóviles de EE.UU. estaba planeando hacer una inversión en el norte de México y que el anuncio llegaría en breve. Stellantis se formó el año pasado a partir de la megafusión entre Fiat Chrysler, uno de los tres grandes fabricantes de automóviles originales de EE.UU., y PSA Group.
Durante mucho tiempo, México ha sido durante un centro de producción de automóviles dirigida a compradores extranjeros, y una lista de las principales empresas automotrices y proveedores de repuestos han anunciado nuevas inversiones. General Motors Co. está fabricando su Chevrolet Blazer y Equinox en México, mientras que Ford Motor Co. aumentó la producción de su Mustang Mach-E.
Contemporary Amperex Technology Co. Ltd., el mayor fabricante mundial de baterías para vehículos eléctricos, está considerando al menos dos ubicaciones en el norte de México, incluido Saltillo, para construir una planta que abastecería a Tesla Inc. y Ford, reportó Bloomberg News el mes pasado.
Los Gobiernos de los estados mexicanos han estado brindando incentivos para atraer inversiones. Tesla incluso obtuvo su propio carril fronterizo hacia Texas para permitir que sus proveedores en el vecino estado de Nuevo León reduzcan los tiempos de espera.