Los ferrocarriles se han convertido en un “segundo ejército” de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, evacuando a millones de personas y transportando toneladas de trigo, afirmó su director general, Oleksandre Kamychin.
“Algunos dicen que el ferrocarril es el segundo ejército. Cuando estalló la guerra, tuvimos que reaccionar rápidamente y eso es lo que hicimos”, dijo Kamychin, director general de la compañía ferroviaria estatal ucraniana Ukrzaliznytsia (UZ), desde la sala VIP de la estación de Kiev.
En tren, “desde el comienzo de la guerra, 3.8 millones de personas han sido evacuadas del este y el sur de Ucrania hacia el oeste, y 600,000 del oeste hacia los países vecinos”, como Polonia, Rumanía o Moldavia, apunta.
A causa de los bombardeos rusos, dirigidos en particular a las infraestructuras ferroviarias que Moscú sospecha que transportan armas occidentales, “decenas de puentes han sido destruidos, pero los reconstruimos constantemente”, dijo Kamychin, citando el ejemplo del puente de Irpin, en los suburbios de Kiev.
Un puente “se reconstruyó en 29 días cuando normalmente se necesitarían meses”, manifestó.
Pero “se necesitarán años para reconstruir la infraestructura” de la tercera red ferroviaria de Europa (23,000 km de vías), por detrás de Alemania y Francia.
Grandes pérdidas
Desde la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, el trabajo de los empleados de UZ, la mayor empresa pública ucraniana con 230,000 empleados, ha sido elogiado tanto en el país como en el extranjero.
El primer ministro británico, Boris Johnson, rindió homenaje al “pueblo de hierro” durante su visita a Kiev en abril, al igual que su homólogo canadiense, Justin Trudeau, en mayo.
Una de las razones de este éxito es la simplificación del proceso de toma de decisiones y la reducción de la burocracia, “algo que empezamos a cambiar desde el primer día” de la guerra, dice Kamychin, de 37 años.
Kamychin llegó en agosto del 2021 al frente de la empresa, muy criticada antes del conflicto por su funcionamiento y calidad de servicio de estilo soviético.
Los empleados de UZ están pagando un alto precio en este conflicto: 166 han muerto, 252 han resultado heridos y cinco han sido tomados como rehenes, según el Kamychin.
Pero “alrededor del 90% de la red” sigue bajo el control de la empresa ucraniana.
Sin embargo, el negocio del transporte de mercancías se ha desplomado, y el transporte de carga ha descendido al 40% del volumen de antes de la guerra.
Antes, Ucrania exportaba “entre 50 millones y 60 millones de toneladas de grano al año y UZ seguía transportando la mitad de ellas, desde toda Ucrania hasta los puertos marítimos”.
“El pasado noviembre se transportaron por ferrocarril 4.1 millones de toneladas de grano, un mes récord. Ahora es cuatro veces menos”, lamenta.
En cuanto a las posibles entregas de armas occidentales mediante el transporte ferroviario, Kamychin se niega a hablar de la cuestión.
El ejército ruso informa con frecuencia de ataques a instalaciones ferroviarias que, según afirma, se utilizan con este fin.
Entre los proyectos a largo plazo de UZ se encuentra una línea de alta velocidad Kiev-Varsovia en fase de “estudio de viabilidad”, dijo Kamychin.
Ucrania es también una de las principales rutas ferroviarias de las nuevas “Rutas de la Seda”, que permiten que largos convoyes de contenedores unan China con Europa. Pero desde que comenzó la guerra, la ruta ucraniana está completamente bloqueada.