La principal región agrícola de Argentina registrará nuevas precipitaciones en los próximos siete días, dijo el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BdeC), como parte del nuevo patrón climático que ha dejado atrás una histórica sequía que provocó graves daños a la producción agrícola del país.
Las lluvias se sumarán a los entre 20 y 150 milímetros de agua que ya han caído en el centro del país desde mediados de mes, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que el martes anunció que “la peor sequía de Argentina en por lo menos los últimos 60 años ha llegado a su fin”.
Dentro de los próximos siete días “se producirá un paso frontal lento, que producirá precipitaciones abundantes sobre el noroeste y el centro-este del área agrícola”, señaló la BdeC en su reporte semanal agroclimático, agregando que prevé lluvias de entre 10 y 75 milímetros.
Un especialista había anticipado a Reuters a mediados de marzo que, con la finalización del fenómeno climático La Niña y la transición al otoño austral que empezó el 21 de marzo, comenzaría la normalización del patrón de lluvias en Argentina.
Si bien las precipitaciones llegaron tarde para la soja y el maíz, cuyos rendimientos ya están en su gran mayoría definidos, sí son muy favorables para el trigo 2023/24, cuya siembra comenzará a fines de mayo y que necesita que se sigan reponiendo los niveles de humedad en el suelo.
La semana pasada la BdeC dijo que podría tener que volver recortar su ya muy baja estimación de cosecha de soja 2022/23, de 25 millones de toneladas. Con esa cifra, la producción del grano sería la más baja en 23 años. En la temporada 21/22 la producción de soja argentina fue de 43,3 millones de toneladas.
Fuente: Reuters
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