La reunión mensual del órgano de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) tuvo que ser cancelada este viernes, algo muy poco habitual, por desacuerdos entre Estados Unidos y la Venezuela chavista acerca de la inclusión en la agenda de un conflicto comercial que afecta a ambos.
La reunión fue suspendida a raíz de que Estados Unidos solicitara en el inicio del encuentro retirar de la agenda esta disputa bilateral por no provenir del legítimo Gobierno de Venezuela, en alusión al régimen chavista de Nicolás Maduro.
El representante del régimen chavista quería por contra que hoy la OMC creara un panel con el que el organismo analice numerosas sanciones comerciales dictadas en los últimos años por Estados Unidos contra el régimen de Maduro para juzgar si cumplen o no el derecho comercial internacional.
La delegación venezolana insistió en que estaba en su derecho de llevar la cuestión al seno de la OMC, iniciándose con ello un debate en el que países como Cuba o Rusia expresaron su apoyo a Venezuela mientras otros como Perú, Brasil o Colombia se posicionaron del lado estadounidense.
El órgano de resolución de disputas finalmente decidió suspender el encuentro para dar un margen de tiempo en el que prosigan las consultas de cara a su próxima convocatoria, el 28 de abril.
Los representantes del régimen chavista llevaron sus disputas con Estados Unidos a la OMC el 28 de diciembre del 2018, lo que en teoría abría una fase de consultas bilaterales entre Washington y Caracas que nunca se produjo, por la negativa de la Administración entonces presidida por Donald Trump de dialogar con el ilegítimo régimen de Maduro.
El mecanismo de resolución de disputas establece que, si tras dos meses de diálogo bilateral no se ha alcanzado un acuerdo, la OMC puede crear un panel que se ocupe de la materia en caso de que el país que ha abierto el caso lo solicita.
Al parecer, Venezuela ha tardado dos años en intentar pasar a esa segunda fase con la esperanza de que la nueva Administración estadounidense del demócrata Joe Biden adoptara una posición más abierta y, en este sentido, este viernes los delegados del régimen venezolano indicaron que “confiaban en que el nuevo Gobierno de Estados Unidos abriera un diálogo más respetuoso”.
“Vemos que no ha sido el caso y que la posición estadounidense no ha cambiado”, señaló la delegación, según fuentes próximas a la reunión.
El régimen venezolano sostiene ante la OMC que las sanciones comerciales de Estados Unidos en materias como el mercado de deuda soberana, las divisas digitales o la inclusión de Venezuela en “listas negras” son “un intento de aislamiento económico” y violan los compromisos de Estados Unidos con acuerdos comerciales internacionales.
En el truncado encuentro de este viernes la parte venezolana añadió que las sanciones estadounidenses están afectando al suministro de material médico, en violación de los principios de Naciones Unidas, y que han provocado a Venezuela pérdidas superiores a los US$ 30,000 millones.
La suspensión del encuentro de este viernes ha obligado a retrasar otros debates, ya que en la agenda se incluían también disputas comerciales como el prolongado conflicto entre Airbus y Boeing, o el que China y Australia mantienen por la exportación de productos agrícolas.
Es la primera reunión del órgano de resolución de disputas desde la llegada a la dirección general de la OMC de la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, el pasado 1 de marzo.