El primer año de la pandemia en Estados Unidos trajo consigo un aumento de la obesidad y del consumo de alcohol en el país, aunque los estadounidenses hicieron más ejercicio, fumaron menos y durmieron mejor, según un estudio de la revista American Journal of Preventive Medicine.
El estudio saca estas conclusiones tras estudiar los datos sobre factores de riesgo de obesidad de 3.5 millones de personas mayores de 20 años, y la obesidad fue un 3% mayor en el primer año de COVID-19 si se compara con el 2019 y los primeros meses del 2020 antes de que estallara la pandemia.
En este periodo, el índice de masa corporal aumentó un 0.6% según este estudio, que percibe “cambios significativos” en cuatro factores: el ejercicio físico, la duración del sueño, el consumo de alcohol y el tabaquismo.
Así, el ejercicio físico aumentó un 4.4% en el primer año de pandemia, como también subió, un 1.5%, la duración de las horas de sueño de los estadounidenses.
Hubo otro dato positivo, la disminución del consumo de tabaco, en un 4%. Pero el consumo de alcohol, otro factor de riesgo de la obesidad, se incrementó un 2.7%.
Según los autores del estudio, los aumentos del ejercicio físico y de las horas de sueño no fueron suficientes para contrarrestar el mayor consumo de alcohol y “otros comportamientos” entre los que se cita el mayor consumo de “snacks” o tentempiés.
Además, recuerda el artículo, aunque el menor consumo de tabaco es más saludable, también puede provocar aumento de peso.