Sebastián Piñera. (Foto: AFP)
Sebastián Piñera. (Foto: AFP)

El presidente de , , un hábil y millonario empresario, quedó en una encrucijada en la recta final de su segundo gobierno, marcado por un estallido social, una crisis económica y sanitaria, y ahora enfrascado en la incertidumbre por un proceso de destitución.

A sus 71 años, Piñera, dueño de un patrimonio estimado en US$ 2,700 millones, según la revista Forbes, ganó su segundo mandato en el 2017 bajo el lema “Únete a tiempos mejores”, algo que a casi un mes de las elecciones que elegirán a su sucesor resuena como una ironía tras cuatro años de tormentas sociales, derrumbe de la confianza en las instituciones y una profunda desconexión entre la sociedad y la élite que en Chile, históricamente, se identifica a un grupo de familias con poder económico y político.

El escenario chileno dio un giro radical tras el estallido social de octubre del 2019, cuando hubo multitudinarias protestas desatadas por un aumento del pasaje del metro que terminaron por sumar un gran reclamo contra un modelo de libre mercado con ausencia del Estado en educación, salud, pensiones y sin bienestar social.

Luego llegaron la y la recesión económica, pero cuando los signos de recuperación le daban un respiro al mandatario, la publicación de los Papeles de Pandora sobre la venta de la Minera Dominga en el 2010 por parte de una empresa de los hijos de Piñera, volvieron a empañar su imagen.

Este caso llevó a la Fiscalía a abrirle una investigación penal y a la oposición a presentar este miércoles una acusación constitucional, primer paso de un proceso de destitución.

En el poder desde marzo del 2018, el mandatario había asegurado que no tenía “fundamento alguno” esta acusación impulsada por la oposición de centroizquierda, que controla la Cámara de Diputados.

Piñera podrá seguir en funciones, con prohibición de salir del país, en espera de que se pronuncie el Senado, donde las fuerzas están más equilibradas y donde se requieren dos tercios para sellar su destitución.

La cláusula de la discordia

Según una investigación de los medios locales CIPER y LaBot, parte de los Papeles de Pandora del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), Minera Dominga fue vendida al empresario Carlos Alberto Délano, amigo de Piñera, por US$ 152 millones, en un negocio realizado en parte en las Islas Vírgenes Británicas.

El pago se tenía que hacer en tres cuotas, y el contrato contenía una polémica cláusula que supeditaba el último pago a “que no se estableciese un área de protección ambiental sobre la zona de operaciones de la minera, como reclamaban grupos ambientalistas”.

El gobierno de Piñera, según la investigación, acabó por no proteger la zona en que operaría la mina, por lo que se dio vía libre al tercer pago.

Piñera ha afirmado que no tuvo conocimiento de ese negocio porque antes de su primera presidencia (2010-2014) puso la administración de sus activos bajo fideicomisos ciegos.

El giro

Solo unos días antes del estallido social del 18 de octubre del 2019, Piñera afirmó que Chile era “un oasis” en América Latina.

Esa noche, cuando Santiago ardía de rabia, el presidente fue sorprendido disfrutando de una pizza en un restaurante en un exclusivo sector de Santiago. Aquella imagen de él rodeado de sus nietos fue para una mayoría de los chilenos un reflejo de la división entre una élite desconectada de las clases media y trabajadora.

Sorprendido por la fuerza del movimiento social, Piñera tuvo que renunciar a sus aspiraciones internacionales y cancelar la organización del encuentro de líderes de APEC y la cumbre del cambio climático de la ONU COP-25, que iban a poner a Chile en un papel estelar en esos días.

Las protestas fueron canalizadas en un proceso constituyente. Una Convención paritaria elegida en las urnas en mayo está redactando una nueva Carta Magna, que sustituirá a la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), acusada de ser una de las causas de la desigualdad social.

En el 2010 se convirtió en el primer presidente de derecha desde el regreso de la democracia, en 1990. Y desde ese primer periodo (2010-2014) encarna la trinidad en la raíz de la fractura entre población y líderes: poder económico, político e institucional.

Empresario

Este doctor en economía de Harvard, que piloteaba su propio helicóptero, exaccionista de la aerolínea chilena LAN -hoy la internacional Latam-, un canal de televisión y un club de fútbol, le tomó tiempo renunciar a sus inversiones cuando llegó por primera vez al Palacio de La Moneda.

Hijo de un exembajador democratacristiano, Piñera fue el único gran empresario chileno abiertamente opositor a Pinochet. Elegido senador al volver la democracia, se alineó con la centroizquierda en votaciones cruciales en el Congreso, por lo que era visto con desconfianza por los sectores radicales de la derecha.

Casado con Cecilia Morel, padre de cuatro hijos y con nueve nietos, terminó su primer gobierno con una popularidad del 50%, mientras hoy su desaprobación es de un 68%, según la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), previa a la publicación de los Papeles de Pandora.