Los países del Mercosur se pronunciaron a favor del acuerdo al que se llegó con la Unión Europea y este viernes los presidentes mantendrán una reunión en la que se cerraría el proceso de negociación.
Así lo anunció el canciller de Uruguay, Omar Paganini, en una rueda de prensa que brindó luego de finalizada la LXV Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común.
“De mañana funcionó el Consejo de Mercado Común con los cancilleres y los demás integrantes de los organismos del Mercosur. Se repasaron todos los temas que hicieron al semestre, tanto en lo que es la agenda interna del Mercosur como en la agenda externa y destaca que se han pronunciado todos los países a favor del acuerdo que se llegó con la Unión Europea, respecto del texto para el acuerdo de libre comercio”, indicó.
Asimismo, añadió que este “se terminará de confirmar con la presencia de los líderes”.
En ese sentido, Paganini destacó la presencia en Uruguay de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula van der Leyen, quien arribó en esta jornada a Montevideo.
“La presencia en el Uruguay de Ursula van der Leyen muestra el éxito de un proceso de negociación y el apoyo en la etapa final de cierre, que es en la que estaríamos mañana con los líderes”, puntualizó.
Por otra parte, el canciller uruguayo contó que en las últimas semanas se trabajó intensamente en el asunto y que los temas que quedaron pendientes en 2019 “son los que ahora están en el texto y están cerrados”.
“Mañana va a haber una reunión de los líderes y se cerraría el proceso de negociación”, dijo Paganini.
Mientras tanto, el ministro contó que Argentina manifestó su acuerdo con el tratado y por otro lado habló de un reclamo “que Uruguay también comparte” y que es “independiente”, la negociación con más flexibilidad de acuerdos con terceras partes.
Antes de la reunión, el canciller de Uruguay mantuvo una reunión bilateral con el comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic.
Mientras tanto, en la tarde se trasladará de la sede del Mercosur a la del Ejecutivo para participar en una reunión que von der Leyen mantendrá con el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou.
Ursula von der Leyen en Uruguay
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llegó este jueves a Montevideo para reunirse el viernes con los presidentes del Mercosur, en busca de cerrar las negociaciones hacia un acuerdo comercial histórico entre los dos bloques.
“Aterrizamos en América Latina. La meta del acuerdo UE-Mercosur ya está a la vista. Trabajemos, crucemos la meta. Tenemos la oportunidad de crear un mercado de 700 millones de personas”, escribió Von der Leyen, quien hizo escala en Sao Paulo en camino a la capital uruguaya, en la red X.
Los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, miembros fundadores del Mercosur que buscan un acuerdo con la UE, darán una rueda de prensa conjunta con Von der Leyen el viernes a las 09H30 locales (12H30 GMT).
Este jueves, los cancilleres del Mercosur abrieron formalmente la cumbre de dos días, luego de que el canciller uruguayo, Omar Paganini, mantuviese una bilateral con el nuevo comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic.
El objetivo de la Comisión Europea genera rispideces con gobiernos de la UE.
Poco antes del arribo de Von der Leyen a Montevideo, el presidente francés Emmanuel Macron le reiteró que el proyecto de acuerdo comercial es “inaceptable en su estado actual”. “Continuaremos defendiendo sin descanso nuestra soberanía agrícola”, añadió la presidencia francesa en un mensaje en X.
25 años de conversaciones
Desde hace casi 25 años, el Mercosur negocia un TLC con el bloque europeo demorado en innumerables ocasiones, en medio de tensiones por cuestiones sensibles como la protección del medio ambiente o las compras públicas.
Ya en 2019, la UE y el Mercosur habían anunciado la conclusión de un pacto, pero el proceso se estancó sin que se ratificara. Ahora, según fuentes conocedoras de la negociación consultadas por la AFP, las partes llegarán a un acuerdo técnico que ha evolucionado en los últimos cinco años, con modificaciones en “varios capítulos” como compras gubernamentales, servicios, propiedad intelectual y por supuesto, medio ambiente.
A pesar de la oposición cerrada de Francia, donde el sector agropecuario rechaza ferozmente un acuerdo con el Mercosur por considerar que competirían en inferioridad de condiciones, la Comisión Europea, encargada de negociar, parece decidida a concretarlo.
Además, España y Alemania y la mayoría de los países europeos presionan para cerrar estas dilatadas negociaciones, a pocos meses de que asuma el republicano Donald Trump en Estados Unidos y disponga, según prometió, un aumento generalizado de aranceles aduaneros.
Europa espera exportar autos, maquinaria y medicinas al bloque sureño, inserto en una región bajo fuerte influencia de China, en tanto el Mercosur espera colocar más alimentos como soja, carne o miel en Europa.
ONGs y militantes de izquierda europeos consideran que este proyecto aceleraría la deforestación de la Amazonia y agravaría la crisis climática al aumentar las emisiones de efecto invernadero. Greenpeace denuncia un texto “desastroso” para el medioambiente.
No está todo dicho
Más allá de la voluntad de la comisión y el Mercosur de cerrar una etapa en este largo proceso, nada asegura que un entendimiento en Montevideo termine en un TLC.
“Hay un mensaje de apoyo irrestricto de la Comisión al Pacto Verde (europeo) y a los temas ambientales y a los acuerdos comerciales. Y para (el presidente brasileño, Luiz Inacio) Lula (da Silva) es súper importante (el TLC) para contener a (Javier) Milei”, el ultraliberal presidente argentino que no es precisamente un fanático del Mercosur, explicó a la AFP Ignacio Bartesaghi, profesor de la Universidad Católica del Uruguay experto en la historia del Mercosur.
Un acuerdo permitiría a Lula “mostrar cierto éxito en el Mercosur y apaciguar los ánimos con la flexibilización”, señaló el analista, en alusión a las demandas de Uruguay de negociar acuerdos con terceros sin la anuencia del bloque, una postura que podría ser acompañada por Argentina y a lo que se opone férreamente el mandatario brasileño.
En virtud de los tratados europeos, la Comisión es la única negociadora de los acuerdos comerciales en nombre de los 27 Estados miembro. Pero una vez cerrado el texto con el Mercosur, deberá obtener la ratificación de al menos 15 países del bloque que representen 65% de la población, y una mayoría en el Parlamento europeo.
Eso está aún lejos en esta etapa. Italia podría unirse al bando de los países que rechazan el pacto, al igual que Polonia, Austria y Países Bajos, que ya expresaron reticencia. El ministro italiano de Agricultura, Francesco Lollobrigida, resumió en noviembre el sentir de estos países al exigir que los agricultores sudamericanos sean sometidos a las mismas “obligaciones” que los europeos.
En el caso del Mercosur, “cada país lo aprueba y entra en vigencia por separado”, precisó a la AFP una fuente del bloque cercana a las tratativas.
La cumbre de Montevideo, que reunirá a los cuatro socios originales del Mercosur desde 1991, al recientemente integrado Bolivia, más los Estados asociados entre los que se encuentran Chile y Colombia, dará la bienvenida asimismo como miembro asociado a Panamá.
Con información de AFP y EFE