La ONU alertó sobre el avance del coronavirus en la Amazonia brasileña, peruana y colombiana y reclamó a la comunidad internacional más apoyo para la población de esas áreas.
En un comunicado conjunto, los equipos de Naciones Unidas en esos tres países expresaron su especial preocupación por unas 170,000 personas que viven en zonas remotas a lo largo del Amazonas, en la frontera entre Brasil, Perú y Colombia.
La mayor parte de ellas pertenecen a comunidades indígenas que están sufriendo algunas de las tasas de incidencia de la enfermedad más alta, apuntó Naciones Unidas.
Según la nota, como resultado de la pandemia y a pesar de los esfuerzos de los tres Gobiernos hay una creciente preocupación de que las instituciones sanitarias puedan verse desbordadas y no sean capaces de responder adecuadamente, con el consiguiente coste en vidas.
La ONU apunta que la situación se ve agravada por las medidas de cuarentena impuestas desde hace meses para frenar el avance del COVID-19, que están teniendo graves consecuencias socioeconómicas y que han disparado el hambre.
La organización explicó que está trabajando con las autoridades de los tres países para responder a la situación, pero consideró necesaria más cooperación internacional.
“Pedimos más solidaridad internacional para ampliar nuestra respuesta para las comunidades indígenas en esta región y complementar los esfuerzos nacionales”, señaló en el comunicado Igor Garafulic, el coordinador residente de la ONU en Perú.
“Naciones Unidas va a seguir apoyando los esfuerzos de los Gobiernos. La coordinación entre los tres países será clave para asegurar la respuesta en la frontera”, añadió la coordinadora residente en Colombia, Jessica Faieta.
Su homólogo en Brasil, Niky Fabiancic, señaló que el trabajo de la ONU complementa el de las autoridades nacionales y trata de superar los “desafíos logísticos y de programación únicos” que tiene esta región para asegurar que se protegen los derechos humanos de los pueblos indígenas.