
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se declaró “amigo” de su homólogo estadounidense, Donald Trump, y minimizó el impacto de los aranceles que el mandatario impuso sobre Brasil y que luego rebajó.
“Incluso la imposición de aranceles que Estados Unidos aplicó a Brasil terminó siendo irrelevante. Cuando muchos pensaban que Trump y yo íbamos a entrar en guerra, acabamos haciéndonos amigos”, dijo Lula en un acto oficial en el Palacio de Planalto.
Lula da Silva incluyó la reconducción de la relación bilateral entre Brasil y Estados Unidos dentro del, a su consideración, grupo de noticias positivas del cierre de año.
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El mandatario aplaudió la caída paulatina de la inflación, hoy en el 4.46% interanual, es decir, por debajo del techo de la meta para este año.
“Tenemos que creer siempre y no desistir jamás. Hay que luchar todo el santo día y nunca desistir”, indicó el presidente.
Brasil y Estados Unidos vivieron una crisis a mediados de este año, cuando Trump anunció tarifas aduaneras del 50 % sobre las importaciones brasileñas, en represalia por el juicio que condujo al expresidente Jair Bolsonaro a una condena de 27 años de cárcel por intento de golpe de Estado.
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Sin embargo, todo cambió a partir de un encuentro que mantuvieron Trump y Lula en los pasillos de la Asamblea General de Naciones Unidas, en el mes de septiembre, en Nueva York.
Desde entonces, se retomó el diálogo al más alto nivel, los dos mandatarios han hablado varias veces por teléfono y hasta se reunieron en persona el 26 de octubre, en Kuala Lumpur.
Como resultado de esas negociaciones aún en curso, Estados Unidos rebajó los aranceles sobre parte de los productos brasileños y retiró las sanciones contra el instructor del caso Bolsonaro.
Elaborado con información de EFE.









