Alexandr Lukashenko. (Foto: Reuters)
Alexandr Lukashenko. (Foto: Reuters)

El presidente de ,, respondió con amenazas a las sanciones europeas por el incidente con el avión de Ryanair que cubría la ruta Atenas-Vilna, y que efectuó el pasado día 23 un aterrizaje forzoso en Minsk por un supuesto aviso de bomba y en el que fue detenido el periodista Román Protasevich, y acusó a Occidente de librar una guerra “gélida” contra su país.

“Estamos en la primera línea de una nueva guerra, ya no fría, sino gélida “, dijo Lukashenko en una intervención ante ambas cámaras del Parlamento y otras autoridades, citado por la agencia oficial bielorrusa BELTA.

El mandatario denunció en una intervención que contra Bielorrusia se ha desatado una “guerra híbrida de diversos niveles”, cuyo objetivo es “demonizar” al país.

Minsk advierte que responderá a sanciones

“Somos un pequeño país, pero responderemos adecuadamente. Hay ejemplos parecidos en el mundo. Y antes de hacer movimientos no pensados han de recordar que Bielorrusia es el centro de Europa, y si aquí estalla algo, será una nueva guerra mundial”, advirtió.

Lukashenko subrayó que ante cualquier sanción, ataque o provocación, Bielorrusia responderá con dureza, “porque Occidente no deja otra opción”.

“Compensaremos las sanciones con acciones activas en otros mercados. Sustituiremos a la Europa que envejece inexorablemente con el Asia que crece impetuosa. Nuestra sociedad está dispuesta a convertirse en la nueva Eurasia, en su puesto de avanzada”, añadió.

El primer ministro bielorruso, Román Golovchenko, precisó que ya se ha preparado un paquete de medidas de protección para las empresas y ciudadanos, que consisten en un posible embargo a importaciones de bienes procedentes de Occidente y restricciones a su tránsito

Lukashenko advirtió además de que su país puede debilitar el control sobre el tráfico de drogas y la migración ilegal y dejar que los europeos se encarguen totalmente del problema.

Pidió a que quienes preparan nuevas sanciones contra Bielorrusia que “no olviden compensar los gastos en los que incurrió la parte bielorrusa durante la investigación del incidente (...). Esto hay que pagarlo”.

Ajustada a los marcos legales

Lukashenko defendió que en el incidente del aterrizaje forzoso del avión de Ryanair su actuación se ajustó los marcos legales.

“Actué conforme a la ley al defender a las personas de acuerdo con todas la normas internacionales”, dijo Lukashenko, quien aseguró que las afirmaciones de que la aeronave de pasajeros fue obligada a aterrizar por un caza MiG-29 son una “total mentira”.

Recalcó que la misión del caza bielorruso era garantizar las comunicaciones con el avión de pasajeros y guiarlo hasta el aeropuerto de Minsk en caso de una situación crítica.

El presidente bielorruso indicó que el aviso de bomba provino desde Suiza y se comunicó a los pilotos del avión cuando este sobrevolaba el espacio aéreo bielorruso.

Fueron ellos los que tomaron la decisión sobre el aterrizaje, recalcó.

Insistió en que la tripulación del avión se comunicó con su compañía y con el aeropuerto de Vilna, su punto de destino, pero tomó la decisión de aterrizar en Minsk.

En el aeropuerto de la capital bielorrusa, los pasajeros fueron sometidos a un control policial, en el curso del cual fue detenido el periodista opositor Román Protasevich y su pareja, la ciudadana rusa Sofía Sapega.

Los compañeros de Protasevich denunciaron que el aterrizaje forzoso en Minsk tras despegar el avión en Atenas fue una operación de las fuerzas de seguridad bielorrusas para capturarlo.

Lukashenko acusó a Protsevich, exdirector de un canal de Telegram que fue clave en las protestas antigubernamentales, de trabajar para servicios de inteligencia extranjeros, de tener experiencia como mercenario en el este de Ucrania y de haber “planeado una masacre y un golpe sangriento” en Bielorrusia.

La comunidad internacional exige la liberación inmediata del periodista, incluido en una lista de personas implicadas en actividades terroristas por el KGB bielorruso, y de Sapega.

En respuesta a la “piratería” y “secuestro de Estado” del avión por parte de Minsk, la Unión Europea (UE) ha acordado ampliar las sanciones contra el régimen de Lukashenko, cerrar el espacio aéreo con ese país y recomendar a las aerolíneas europeas evitar sobrevolarlo.

Oposición pide endurecer sanciones

La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanósvkaya, valoró hoy como “justa, firme y eficaz” la respuesta de la comunidad internacional al régimen de Lukashenko.

“Bielorrusia actualmente es una amenaza para la comunidad y las organizaciones internacionales”, dijo Tijanóvskaya durante una videoconferencia con el Parlamento Europeo.

La opositora denunció que Lukashenko, en el poder desde 1994, ha convertido Bielorrusia en “la Corea del Norte europea, en un país impredecible y peligroso”.

Llamó a la UE a eludir todo tipo de contactos con su régimen y prohibir las importaciones de productos bielorrusos. “Es hora de actuar”, concluyó.