El plan de paz elaborado por el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, para tratar de acabar con la histórica espiral de violencia entre israelíes y palestinos más allá de la guerra actual en Gaza pone el foco en la celebración “pronto” de una conferencia de paz y se estructura en doce pasos precisos.
Este documento oficioso, al que tuvo acceso EFE, describe esos pasos prácticos para reiniciar el proceso de paz en Oriente Medio. El propio Borrell declaró hoy que hay que “empezar a hablar más concretamente sobre un proceso para una solución de dos Estados” porque “la manera de nombrarlo es importante”.
El objetivo de la propuesta de Borrell es abordar el conflicto y la ocupación que precedieron a la guerra en Gaza, para así preparar una paz integral. Estas son las líneas generales de su hoja de ruta:
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Un proceso de paz integral
1. Señala que es vital y urgente que la Unión Europea aborde la situación humanitaria en Gaza, la guerra y los ataques terroristas. Para ello debe prepararse para la seguridad futura de israelíes y palestinos, la estabilización de los territorios ocupados y la pronta recuperación y gobernanza de Gaza. Esa preparación para el período de posguerra incluye necesariamente una iniciativa para acabar con los conflictos de larga data en la zona.
2. Advierte que es necesario promover una paz general lo antes posible porque en ausencia de un proceso de paz para lograr la solución de dos Estados, cualquier mecanismo de gobernanza y seguridad establecido en Gaza o en otro lugar será percibido como una extensión de la ocupación y una negación de los derechos de los palestinos y, por lo tanto, creará más riesgos para la seguridad para la región y Europa.
3. Asegura que no existe otra solución integral creíble que la de un Estado palestino independiente que exista al lado de Israel, en paz y seguridad, con plena normalización y desarrollo sustantivo de la seguridad y la cooperación económica entre Israel, Palestina y la región, incluidos los principales Estados árabes.
4. No es realista suponer, añade, que israelíes y palestinos -estos últimos representados por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)-, en un futuro próximo, participen en negociaciones de paz bilaterales sin una fuerte participación internacional. Los palestinos necesitarán una OLP revitalizada para presentar una alternativa política a Hamás, mientras que los israelíes necesitarán encontrar la voluntad política para entablar negociaciones significativas hacia la solución de dos Estados, dice.
Por lo tanto, es responsabilidad de los actores externos, como la UE, ayudar preparando el terreno para una paz integral.
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Una conferencia de paz preparatoria
5. Recomienda organizar una conferencia preparatoria de paz sobre la base de los resultados de la reunión ‘Esfuerzo del Día de la Paz’, coorganizada en los márgenes de la última Asamblea General de la ONU, por Borrell en nombre de la UE y Egipto, Jordania, Arabia Saudí y la Liga de Estados Árabes y, si es posible, junto con los Estados Unidos.
6. Esa conferencia debería convocar a ministros de Exteriores y jefes de organizaciones internacionales relevantes dispuestos y capaces de contribuir a una paz regional integral y estos, a su vez, organizar reuniones separadas de forma casi simultánea con cada una de las partes en conflicto, a las que no se puede obligar a sentarse juntas.
7. Los coordinadores de la conferencia deberán presentar un borrador inicial de un marco para un plan de paz e invitar a todos los Estados y organizaciones internacionales interesados a contribuir a su desarrollo futuro, así como una agenda para completarlo en un año.
Desarrollar un plan de paz
8. Dice que el plan de paz debe combinar y establecer de la forma más práctica posible los elementos centrales de una paz integral entre las partes en conflicto, respetando las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y basarse en esfuerzos internacionales previos.
9. Señala que un elemento esencial de ese plan de paz debería ser el desarrollo de sólidas garantías de seguridad para Israel y el futuro Estado independiente de Palestina, condicionadas al pleno reconocimiento diplomático mutuo y la integración tanto de Israel como de Palestina en la región.
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Compromiso con partes en conflicto y esfuerzos paralelos
10. Los coordinadores deben consultar al máximo a las partes en conflicto, pero avanzarán en el trabajo al margen de que una u otra de las partes en conflicto no esté lista para participar.
11. Una vez completado, el plan debe proponerse a las partes en conflicto. Y, en ese momento, Estados y organizaciones internacionales implicadas en el proceso deben establecer las consecuencias que prevén para ambas partes en caso de alcanzar o no un compromiso.
12. Y mantiene que el desarrollo del plan de paz tiene que ir acompañado de esfuerzos paralelos, como poner fin a la guerra actual, velar por la recuperación y reconstrucción de Gaza y las comunidades afectadas en el sur de Israel o fortalecer la legitimidad democrática de la Autoridad Palestina, entre otros.
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