El Gobierno de Australia logró la semana pasada su propio y peculiar objetivo relacionado con el cambio climático: evitar que la Gran Barrera de Coral fuera catalogada como “en peligro” debido al cambio climático por el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco. La Unesco ha estado preocupada por el estado del arrecife desde al menos 2012, y el borrador de una decisión publicado por el panel en junio recomendó catalogarla como en peligro. Al final, sin embargo, la fuerte presión de Australia sobre otros países del Comité, incluidos Rusia, Omán y Arabia Saudita, dio sus frutos, al menos por ahora.