El presidente argentino, Javier Milei, está intentando poner fin a décadas de intervención del Gobierno en la industria petrolera del país, liberando las exportaciones de crudo y dejando los precios locales del combustible a merced de las fuerzas del mercado.
Milei incluyó dichas medidas en una amplia ley que envió el miércoles al Congreso, en la medida más reciente desde que el presidente libertario asumió el cargo el 10 de diciembre, con la misión de desregular la economía de Argentina, que está bajo un estricto control. Si bien su proyecto de ley tiene consecuencias de gran alcance para una serie de sectores, incluye un capítulo que aborda específicamente el petróleo.
Las cláusulas de libre mercado estipuladas en su proyecto de ley buscan reemplazar regulaciones que datan de la década de 1960 y que priorizan garantizar un suministro asequible de combustible en el país.
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En los últimos años, esas regulaciones —que otorgan a las refinerías el derecho de preferencia sobre los cargamentos de exportación y permiten al Gobierno intervenir en la fijación de los precios del crudo y la gasolina— han frenado la vasta zona de esquisto conocida como Vaca Muerta.
Según la propuesta de Milei, las ventas al exterior serán libres y “el Poder Ejecutivo ya no podrá intervenir ni fijar precios en ningún eslabón de la cadena del negocio”.
“El nivel general de precios energéticos se acoplará a los valores internacionales”, escribió en un informe Juan José Carbajales, consultor de energía que alguna vez se desempeñó como subsecretario de Hidrocarburos del país. “El cambio más radical es que se elimina la obligación de satisfacer las necesidades del mercado interno. Es una ruptura histórica con nuestra tradición centenaria”.
También sería de gran ayuda para empresas de perforación como YPF SA —la petrolera estatal que Milei quiere privatizar—, cuyas inversiones en esquisto se han visto restringidas por los bajos precios en las gasolineras, y para los otros grandes productores de crudo de Vaca Muerta, Chevron Corp., Shell Plc y la local Vista Energy.
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El proyecto de ley de Milei probablemente enfrentará una dura oposición en el Congreso, donde su partido es minoría, ya que toca la estructura del statu quo de la formulación de políticas argentinas.
Mientras se debate la legislación, Milei tomará medidas para liberalizar los mercados petroleros de una manera más informal, según dos personas familiarizadas con el asunto. El Gobierno dejará de actuar como intermediario en las conversaciones entre productores de petróleo y refinerías, permitiéndoles fijar los precios del crudo y la gasolina como deseen, dijeron las personas, que no estaban autorizadas a revelar públicamente deliberaciones privadas.
No se pudo contactar a un portavoz de Milei para hacer comentarios.
El petróleo de esquisto en Argentina se cotizaba a US$ 58 el barril en el tercer trimestre, mientras que el crudo Brent cotizaba a US$ 86, según YPF.
Los precios de la gasolina argentina ya se dispararon desde que Milei ganó las elecciones el mes pasado, pero sigue siendo una de las más baratas del mundo: esta semana las gasolineras vendían el litro a menos de 83 centavos de dólar, de acuerdo con GlobalPetrolPrices.com.