La VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), que se celebra este martes en Buenos Aires, convertirá a Argentina en el epicentro de la actualidad política de una región convulsionada por crisis de diversa índole y bañada por una “marea rosa” que vuelve a teñir sus Gobiernos.
El retorno del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a la primera plana del ruedo político tras ganar a Jair Bolsonaro en las elecciones, dejando atrás su encarcelamiento por corrupción, condena que fue revocada tras 580 días de prisión, confiere otro cariz a la Celac, que su país dejó en el 2020 bajo el Gobierno del ultraderechista.
Lula, único ‘superviviente’ de la foto de aquella Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, celebrada en febrero del 2010 en Playa del Carmen (México) y que fue el germen de la Celac, participa en la VII Cumbre dentro del primer viaje internacional -que incluye Argentina y Uruguay- tras asumir su tercer mandato presidencial.
Y lo hace en medio de una enorme expectación por parte de sus correligionarios, que lo consideran figura clave para avanzar en la integración regional latinoamericana, gran objetivo final de la Celac, que surgió como una especie de respuesta a la Organización de Estados Americanos (OEA) y engloba a 33 países, todos los de América menos Estados Unidos y Canadá.
Argentina despide este martes su presidencia pro tempore, asumida en enero del 2022, después de que la VI Cumbre celebrada en México en septiembre del 2021 finalizara sin consenso. No obstante, podría seguir por unos meses si la única candidatura presentada, San Vicente y Granadinas, no logra el apoyo suficiente.
Tensiones dentro y fuera
La oposición al presidente argentino, Alberto Fernández, ha cuestionado abiertamente, incluso mediante denuncias, la invitación al cónclave a los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro; Nicaragua, Daniel Ortega; y Cuba, Miguel Díaz-Canel, por lo que considera graves ataques a los derechos humanos en esos tres países.
Ante la confirmación de asistencia de Díaz-Canel y la dudosa -aunque casi todo el mundo da por segura su presencia- de Maduro, el Ejecutivo argentino confirmó días atrás, mediante su portavoz, Gabriela Cerruti, que “va a recibir a los presidentes que cada país elige democráticamente”, sin atender a las críticas de la oposición.
Precisamente Ortega será uno de los grandes ausentes, junto con el mexicano Andrés Manuel López Obrador, de una Cumbre que, por primera vez en su historia, contará con representantes de los 33 países integrantes, al menos 15 de ellos jefes de Estado o de Gobierno.
Tampoco acudirá al cónclave la presidenta de Perú, Dina Boluarte, quien asumió tras el fallido autogolpe de Pedro Castillo (2021-2022) y cuyo país atraviesa una fuerte ola de protestas, que exige su renuncia y que ya ha dejado más de 50 muertos.
Esta crisis institucional será uno de los asuntos sobre la mesa en la Cumbre, que también tendrá lugar después del reciente intento de golpe de Estado en Brasil, del atentado sufrido el 1 de septiembre del 2022 por la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, y de los recortes a las libertades en países como Nicaragua, Venezuela o Cuba.
Las críticas del uruguayo Luis Lacalle Pou a la falta de apertura del Mercosur a acuerdos comerciales extrabloque o las diferencias surgidas entre Guatemala y Colombia por la intención del Ministerio Público del país centroamericano de investigar al ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, serán otros asuntos ríspidos.
Además, las tensiones generadas entre Ecuador y Argentina a raíz del asilo diplomático concedido por Buenos Aires a María de los Ángeles Duarte, exministra de Rafael Correa (2007-2017), con una condena firme por corrupción; o entre México y Argentina durante el proceso de elección del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) agregan pimienta a la receta de la integración.
“Marea rosa”
La reunión de los representantes latinoamericanos y caribeños contará con testigos de excepción, como Chris Dodd, asesor para las Américas del presidente estadounidense, Joe Biden, y de Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. También habrá una declaración en video de las autoridades chinas.
Lula, Fernández, la hondureña Xiomara Castro, el colombiano Gustavo Petro, el chileno Gabriel Boric y el boliviano Luis Arce asistirán por parte de la “marea rosa” que tiñe la región y que aspira a combatir la desigualdad, la emergencia climática, la migración, el narcotráfico, la integración, la desconfianza institucional o la equidad de género, grandes retos de la región.
(Con información de EFE)